Siempre está ese riesgo. Por ahí ante una maniobra lo pienso, en una maniobra muy al límite pienso si me llego a tocar con otro piloto. Pero creo que también entreno y hago todo el esfuerzo y hay un trabajo detrás de todo eso. Si no hubiera trabajado tendría más miedo, pero confío en lo que hago, lo que he hecho y creo que estoy construyendo poco a poco el camino”. Así confesaba el Wey Zapata su miedo a sufrir un accidente en carrera. Fue el pasado 17 de marzo en una entrevista Banda Ancha, luego de ganar en su vuelta al motociclismo tras el accidente en el que perdió un brazo.

El riesgo está siempre. Para mí, hasta cuándo vamos caminando en una vereda y no nos damos cuenta y nos caemos a una cuneta. Es un ejemplo. Pero puede pasar en cualquier situación. Confió en los entrenamientos que vengo haciendo y trato de cada día ir más seguro en la moto”, contó en ese entonces el joven de 23 años que falleció este fin de semana en plena competencia en Córdoba.

Zapata era un corredor nato, y su familia lo acompañaba en cada paso. Luego de su accidente y tras su decisión de volver a competir, dijo: “Mi familia va paso a paso volviendo a la normalidad. Ya estoy viajando solo o con un amigo, no vienen mis padres. Estamos súper pendientes, pero yo siempre he creído que un padre esta preparado para educar un hijo y un hijo está preparado para aprender de sus padres. Pero el día de mañana los padres no están. Es la cadena de la vida. Si no me dejan andar solo va a ser difícil. ¿Y cuando no tenga a mis padres que voy a hacer? Tengo que buscar mi vida por más que me falte un brazo”.

El Wey sabía que corría riesgos, pero su pasión era más fuerte. Ni bien salió del hospital tras aquel accidente automovilístico en noviembre del 2020 lo primero que hizo fue encender nuevamente la moto, por lo menos para escuchar el sonido del motor, según contó en una de sus anécdotas.

Poco a poco volvió a entrenar y en tiempo record estuvo listo para volver a competir. El joven de 23 años recibió el reconocimiento de propios y extraños del deporte. Figuras reconocidas y hasta el club de sus amores, Boca Juniors, lo apoyaron para que siguiera cumpliendo sus sueños.

Su partida conmocionó a San Juan y al mundo deportivo. El deportista era un ejemplo viviente de la garra y la superación. Hacia solo 5 meses que había perdido un brazo en un accidente automovilístico, pero no pudo con su genio y volvió a subirse a la moto. Así, con un solo brazo siguió compitiendo hasta su ultimo asiento.