Éste lunes 18 de Julio a las 9,53 hs. se cumplieron 28 años del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). El hecho produjo 85 víctimas fatales y unos 300 heridos. Entre los fallecidos se recuerda al joven sanjuanino Jorge Antúnez (18), conocido como "Jorgito", que trabajaba de mozo en un bar vecino al lugar de la explosión y lo encontró ingresando al edificio atacado. 

Viviana Antúnez, hermana de Jorge, revivió su dolor y bronca en un nuevo aniversario del atentado en el programa Banda Ancha. "Es muy doloroso, uno siempre dice bueno va a haber justicia pero han pasado muchísimos años, pero no tenemos nada de nada, esperamos que se resuelva".

Con la voz entrecortada por el nudo en la garganta al expresarse Viviana aseguró que: "te da bronca porque son 28 años que no sabés nada. No sabés que pasa".

"Vayas donde vayas el dolor lo llevás siempre. Uno siempre va a los actos, otra vez el recuerdo, lo que más duele es que no sabemos nada, no tenés respuesta. En Argentina no tenemos nada y eso es la bronca que te da. Entra cualquiera en Argentina y pudo haber pasado otra vez. Es demasiado", aseguró la hermana de Jorgito Antúnez.

LA HISTORIA DE JORGITO ANTÚNEZ, EL MÁRTIR SANJUANINO DE LA AMIA

Viviana Antúnez recordó que como cualquier pibe de zona rural Jorgito no había terminado la secundaria y se fue a Buenos Aires para buscar un mejor porvenir. Se fue desde San Martín, lugar donde vivía con su familia, a Buenos Aires. Así llegó a Capital Federal a vivir con ella, con intenciones de terminar la secundaria y trabajar. Es más ese mismo año del atentado había cumplido los 18 años. 

Consiguió trabajo en un café que estaba en la esquina, cerquita de la AMIA, hacía poco tiempo que era mozo en el lugar. Esa mañana del atentado llegó, se colocó la chaqueta y salió con el café al edificio. Se supone que la explosión lo encontró en el ingreso de la mutual que voló por el aire, porque sus restos fueron encontrados recién una semana después, Según relató su hermana Viviana en Canal 13.

"Jorgito" se hizo querer con su juventud y entrador como era, según relata su hermana, "los judíos lo trataban muy bien, él se sentía uno mas de ellos". El viernes pasado reabrió el café donde trabajaba el muchacho con otros dueños y según dijo Viviana desde la AMIA fueron a hablar para ver si se puede poner una placa recordando a la víctima sanjuanina de la AMIA que trabajaba en ese lugar.