No hace falta presentación. Matías Amaya es un viejo conocido de los sanjuaninos, que decidió un día partir a conocer el globo terráqueo y que, desde entonces, recorrió millones de kilómetros en bicicleta. Sin embargo, en las últimas horas vivió el verdadero terror al quedar a punto de pasar su cuarentena en un "campo de concentración".

"Estaba recorriendo el norte de Grecia. Después de dos semanas comenzó la cuarentena y debía cumplirla bajo techo en un solo lugar. El tema es que tomé la decisión de no quedarme en el pueblo", dijo el joven en comunicación vía Skype con Canal 13.

Fue entonces cuando el sanjuanino comenzó su viaje a la montaña. "En la montaña iba a tener menos posibilidades de infectarme. Preferí pasar el tiempo allí por lo que empecé a avanzar. Un poco más, y un poco más", aseguró.

El tramo se hizo largo y llegó así a la frontera con Macedonia. "Ni bien llegué me detuvieron porque pensaban que yo era un indocumentado. Es tanta la inmigración que tiene Grecia que tienen dispuestos campamentos, un tipo de campo de concentración. Son dos que pueden albergar entre 2.000 y 3.000 personas cada uno", detalló Amaya.

"Ellos pensaban que yo era inmigrante, un musulmán. Yo les mostré mi pasaporte pero al ver mi historial donde recorrí varios países, me decían que tenía que estar allí", destacó.

Hasta el momento estaba todo perdido. Varado, en un lugar insano, con miles de personas en un pequeño lugar. Sin embargo, llegó la esperanza. "Me pude contactar con una ONG de viajeros que pudo establecer contacto con la policía y me dijeron salir", aseveró.

Hoy, Matías pasa sus días en un departamento, a la espera de que termine la cuarentena. Espera a que pasen los días para volver a recorrer, ya sin amenazas, los caminos del mundo.