El clamor desesperado de un policía sanjuanino para no quedar en la calle
A Sergio el haber roto el aislamiento en pandemia le generó una causa judicial que en la actualidad lo tiene con un pie afuera de la fuerza y a punto de ser desalojado junto a su esposa y cuatro pequeños hijos.
Una indeseable situación es la que vive Sergio Riveros. El hombre desde hace 13 años es policía, pero el panorama laboral en la actualidad lo tiene con más de un pie afuera de la fuerza, deudas que no paran de crecer y una amenaza de desalojo que lo apremia día a día y como le confesó al móvil de Canal 13: 'Si me echan me voy a quedar con mis cuatro hijos en la calle'.
Para conocer como terminó Sergio en esta situación hay que remontarse al 1 de noviembre del 2020. Tiempos de restricciones fuertes y algunas aperturas con las que tímidamente el Estado provincial iba dándole respiro a los sanjuaninos. En ese contexto, el efectivo policial de profesión, llegó hasta las instalaciones del Jockey Club con el solo objetivo de cobrar un dinero que le debía el dueño del café del lugar.
Al subir hasta donde estaba el café para encontrarse con su amigo no encontró nada extraño. La verdad es que en el lugar funcionaba un casino ilegal, sumado a que el país atravesaba la crudeza del aislamiento.
‘Mi amigo me pidió si lo podía aguantar un ratito que estaba en ese momento haciendo unos cafés, le digo que sí, y apenas me doy vuelta entraron dos sujetos y gritaron que eran policías’. El estallido de risa fue general en los presentes, puesto que estos dos hombres se habían presentado en el lugar vestidos de civil, pero esas risas pronto se transformarían en caras largas y de preocupación.
Los efectivos encubiertos gritaron: Nadie se mueva somos policías’. Con la segunda advertencia y presentación todo quedó claro en el lugar. Y a partir de ahí empezó el operativo en el cual hicieron sentar a todos los presentes en una misma mesa, revisaron todo y encontraron, entre otras cosas, un maletín con fichas y cartas. Sacaron fotos, llegó un fiscal que les informó a todos los presentes que a partir de ese momento quedaban detenidos. Los llevaron a la Comisaría 6º y allí los tuvieron demorados y les dieron prisión domiciliaria, que cuando empezó el juicio se terminó.
Tras unos días llegó el momento del juicio abreviado en Flagrancia. Los juzgaron por haber roto el artículo 5 y 239 por rompimiento de aislamiento obligatorio. Luego de un par de audiencias fueron absueltos un par de empleados que eran contratados, en otra salió un grupo de chicos quedando alrededor de 12 personas, de las cuáles después salieron seis más, que fueron condenados a 6 meses en suspenso.
Fue en el último grupo de seis personas que Sergio quedó. El casi ex policía contó que desde entonces realizó varios planteos en la Justicia. Incluso uno de ellos lo hizo su abogada, la doctora Ferrer, quien planteó una revisión de condena para él.
Sergio afirmó que Fiscalía estaba a favor de sacarle la condena, pero el voto de los jueces no dio lugar a la absolución de esos seis meses en suspenso. Esta decisión judicial agravó su situación, puesto que desde Control de Gestión le pedían lograr quedar fuera de toda condena.
Lo que siguió para Sergio fueron siete meses sin cobrar su sueldo. El no poder resolver su situación judicial le generó un gran problema. Entonces, las deudas fueron creciendo, sobre todo la del alquiler, que hace que en la actualidad él, su esposa y sus pequeños hijos estén viviendo con la amenaza de que cualesquiera de estos días serán desalojados.
Para colmo de males, el martes 8 de octubre le notificaron que pasaba a pasiva. Es decir, a muy poco de quedar afuera de la fuerza. Desde contaduría le aseguraron que no percibiría ningún haber y que su situación iba en camino a la exoneración o cesantía policial.
‘Yo necesito mi trabajo. Son 13 años que yo le dediqué a la fuerza y nunca tuve un problema’, expresó Sergio, quien acto seguido reveló que ya había ido preso por una falsa denuncia telefónica en la que estaría involucrado un ex jefe suyo que fue echado de la Policía por estar vinculado al narcotráfico.
Sergio asegura que en la fuerza hay algo en contra de él. ‘Me acusaron de algo que no fue, me llevaron detenido, salí y ahora me encuentro con esta causa que parece que lo que quieren es sacarme de la Policía’, sostuvo.
El casi ex efectivo de la Policía de San Juan contó que el mes pasado cobró su último sueldo. Le pidió al abogado que trabaja en el posible desalojo por falta de pago del alquiler, que lo espere unos días. ‘¿A dónde me voy yo si no tengo con que pagarle a nadie? El presidente hizo una fiesta en plena pandemia, a todos los que rompieron la cuarentena les dieron tareas comunitarias, la casusa de los fiesteros vip se durmió en un expediente en Buenos Aires. No sé porque yo tengo que pagar si hubo tantas causas con pandemia, no hubo condenados con prisión’, sostuvo.
Sergio contó que le negaron la provatión y que cuando era el turno de declarar de sus testigos decidieron no hacerlo por miedo a ser metidos presos. ‘Me dijeron hermano yo no declaro porque han metido preso a otras personas en las audiencias’, reveló.
El casi ex policía pidió que alguna autoridad escuche su caso y que haya una revisión de su situación. Sergio pidió volver a trabajar normalmente como efectivo. ‘Si no vuelvo a trabajar imagínense las fiestas que voy a pasar con cuatro chicos y mi esposa con hambre y en la calle si nos desalojan’ manifestó.