Casi sin aliento por la presión en su pecho que sufre la madre de Julieta al haber perdido a su hija, pidió: "¡perpetua quiero, perpetua,que no salga mas ese infeliz!, dijo en clara alusión al único detenido en la causa, Sergio Arenas, quien se entregó en la madrugada del sábado manifestando que no fue el quien las atropelló sino que hubo otro auto y el las encontró de frente sin poder hacer nada.

Sin embargo fuentes policiales aseguraron que tenía un alto porcentaje de alcohol en sangre, algo que podría jugar en contra a la hora de que el juez evalúe las pruebas.

Las familias de las criaturas de once años fallecidas marcharon en la tarde del lunes acompañadas por miembros de la comunidad pocitana mostrando pancartas con las imágenes de las niñas y pidiendo justicia en un conmovedor pedido. Fue tanta la carga de emotividad y tensión que una de las familiares sufrió una descompensación y tuvo que ser asistida como lo muestra una de las fotografías de la convocatoria. 

Los manifestantes fueron recibidos por el comisario de la Seccional Séptima que fue uno de los puntos a donde se dirigió la marcha y aseguró que han entregado todas las pruebas del caso al juez que será quien deberá valorar y tomar las decisiones.