“Llevo un año y medio encerrada, me cuido mucho, quiero salir, quiero hacer mi vida normal, quiero trabajar y en este momento no puedo”, expresó al borde de las lágrimas Silvia Flores, docente diabética de un colegio de Media Agua tras recibir la segunda dosis de la vacuna Synopharm en el estadio Aldo Cantoni.

Al mismo tiempo la mujer contó al móvil de Canal 13 que durante este último año y medio que pasó, lo vivió de manera ‘terrible’. “Viví crisis de pánico y no se lo deseo a nadie. Estuve cuidándome en mi casa, no sé lo que es salir a lugares cerrados o al supermercado porque con mi condición de salud no puedo exponerme”, agregó visiblemente angustiada.

La mujer contó que se desempeña como maestra de grado del Colegio San Antonio de Media Agua, pero que no pudo seguir trabajando durante el último año y medio porque debió pedir licencia de salud pasiva. Es que según contó Silvia, ella sufre de diabetes y por esta condición de salud no podía desempeñar su trabajo habitual.

Asimismo señaló que en el Colegio de Media Agua gran parte del personal docente se contagió de  coronavirus a lo largo de este último año y medio. “Tuve dos compañeros que la pasaron  muy mal, e incluso uno de ellos se contagió dos veces. En los niños no hubo muchos contagios, pero la mayoría de los docentes se contagiaron”, agregó.

“Estoy al tanto de que hubo muchos casos en mi colegio, porque mi hermana también trabaja ahí. Ahora estoy un poco más tranquila porque recibí la segunda dosis, con mucha esperanza de que con esto ya se termine, aunque me hubiese gustado recibir la Sputnik. Pero hay que tener fe y seguir cuidándose. Esto es día a día y hay que hacer las cosas como corresponde”, añadió.

Además la docente expresó que en todo este tiempo de pandemia le tocó atravesar el aislamiento sola en su vivienda y que debió salir para ayudar a sus hermanos que se contagiaron de coronavirus. “Tuve la mala suerte de que mis hermanos se contagiaron y tuve que salir para darles una mano para ayudarles pero sentí mucho miedo. Si bien dicen que hay que salir y ser fuerte para tener la cabeza abierta para afrontar la situación, el miedo existe”, confesó.

Luego Flores comentó que ya no sabe lo que es asistir a una reunión social porque en todo este tiempo de pandemia se ha cuidado y ha cumplido con los protocolos a rajatabla. “La gente tiene que tomar conciencia de que las actividades sociales las tienen que dejar de lado. El virus no está en las escuelas pero los padres o los niños llevan el virus a las escuelas por la misma actividad  social que tienen”, afirmó.

Finalmente indicó que para que los niños puedan volver a disfrutar estar con sus pares y disfrutar de la presencialidad dentro de una vida más normal, es necesario que toda la comunidad y toda la población tomen conciencia. “Es la manera de matar este maldito bicho que está estrujando a todo el mundo. Yo llevo un año y medio así, no quiero seguir así, quiero estar con mi familia y mis amigos, todos tenemos que colaborar y tenemos que respetar  para parar alguna vez con el contagio. Tenemos que tomar conciencia de que estamos en pandemia y hay que respetarla”, sentenció.