En el Parque Ischigualasto se llevó a cabo un emotivo homenaje al renombrado paleontólogo William Sill, conocido como el padre de esta icónica reserva paleontológica. En una ceremonia cargada de sentimientos, las cenizas de su corazón fueron trasladadas al portal del complejo, donde reposarán en un tótem en su honor.

El legado de William Sill en la paleontología de San Juan es indeleble, y este viernes se le dedicó un sentido acto para recordar su invaluable contribución. La presencia de su hijo, William Sill Jr, añadió profundidad al evento, rememorando con emotivas palabras la infancia junto a su padre y el profundo significado que el parque tenía para él.

Visiblemente emocionado y orgulloso, el hijo del paleontólogo colocó las cenizas en el tótem ubicado en la Plaza Seca del Parque. De esta manera, todos los visitantes tendrán presente al descubridor de uno de los puntos científicos más relevantes en el estudio de la paleontología mundial.

El acto contó con la presencia de autoridades como el Subsecretario de Turismo, Juan Castañares; el coordinador del parque, Juan Pablo Teja Godoy; el coordinador adjunto, Gerardo Schiano; así como la directora de la escuela Provincia de Formosa 722, exguardaparques y prestadores turísticos locales que colaboraron estrechamente con Sill.

¿Quién era William Sill?

La vida de William Sill, desde su nacimiento en Las Vegas en 1937 hasta su fallecimiento en la misma ciudad en 2008, estuvo marcada por su compromiso con la paleontología y su incansable labor en la protección y promoción de Ischigualasto como un tesoro natural.

Uno de sus mayores logros se materializó en el año 2000, cuando la UNESCO declaró al Parque Ischigualasto como Patrimonio Natural de la Humanidad, un reconocimiento que enaltece su legado y perpetúa su influencia en cada rincón de este parque, recordándonos la importancia de su obra para las generaciones venideras.