El pasado martes 14 de abril, personal policial y judicial clausuró el taller textil de la empresa ZONDA SAFETY GEARS después que en un allanamiento sorprendieran trabajando a unas 15 personas pese a la prohibición que rige en todo el país por la cuarentena. Por este hecho, el dueño, Sergio Vallejo, está en prisión preventiva con arresto domiciliario hasta la fecha del juicio, tras no acordar con las partes en la audiencia de Flagrancia.

Vallejo, dialogó con Canal 13 y apuntó contra la justicia por su condena y el allanamiento previo a la fábrica de su propiedad, argumentando que hubo una mala interpretación del decreto. “La Fiscalía argumenta que el sector textil no está habilitado, y es así el sector textil no está habilitado, pero los que no están habilitados son los que fabrican un jeans, una camisa, ropa deportiva”

El empresario textil se refirió a aquellas empresas que fabrican modas y se reconvirtió para fabricar barbijos, “nadie las fue a cerrar, como es el caso de Vesubio, nadie fue a armar terrible operativo” señaló. Además comentó que desde el día en que lo detuvieron, pidió que  la empresa no se volviera a abrir.

 “Nosotros seguimos afirmándolo desde el primer día, de hecho nunca lo ocultamos, nosotros estábamos fabricando ropa que está comprendida dentro de los que es EPP (elementos de protección personal) y que iban destinado a la salud y sobre todo a la minería” afirmó Vallejos.

Vallejo aseguró que desde la empresa comunicaron de “manera fehaciente” la vuelta a las actividades el pasado 2 de abril, con la previa consulta a la Unión Industrial y a la CASEMI (Cámara Argentina de Servicios Mineros), a los abogados y amigos en el rubro. “No hubo intención nuestra de ocultar nada, siempre dijimos y comunicamos lo que estábamos haciendo” afirmó el empresario.

"Cuando el gobierno dictó el aislamiento, nosotros ya habíamos puesto en cuarentena a nuestro personal, que no íbamos informando que estaban en el círculo de mayor riesgo. Somos una gran familia, hay gente que hace mucho que trabaja con nosotros” aseguró Vallejo.

El empresario comentó que cuando llegó el confinamiento obligatorio, toda la empresa entró a cumplir con la cuarentena, pero regresaron un día donde cortaron barbijos, almohadas, sabanas, “todo esto en un día y medio de trabajo y después volvimos a la cuarentena” detalló. “En el momento que se exceptuó la minería, interpretamos que estábamos entro de la cadena de valor de la minería” afirmó el empresario textil.