Luis es el nombre del interno del Servicio Penitenciario Provincial que se puso al hombro un duro trabajo: restaurar una histórica imagen del hospital Marcial Quiroga que pertenecía a la antigua capilla. Este trabajo, lo está realizando en la carpintería que tiene el Penal de Chimbas, donde unos 50 internos trabajan a diario. Gustavo Aballay es el jefe de Infraestructura y Laborterapia del Servicio Penitenciario y comentó que esta imagen les dio mucho trabajo, pero que están próximos a terminarla y dejarla como nueva.

“Se trata de una imagen que estaba muy deteriorada. Es muy antigua y estaba como abandonada. Tenía, cuando llegó, la cara rota, con la pintura en muy malas condiciones y le faltaban algunas partes como por ejemplo una mano”, dijo Aballay y comentó que cuando la escultura llegó a la carpintería Luis, un interno que trabaja en ese taller hace varios años, pidió ser el responsable de mejorarla.

“Luis trabaja muy bien con la madera y se involucró mucho. Tomó la posta para restaurarla e hizo un trabajo artesanal muy duro. Es que hubo partes en las que trabajó minuciosamente. Luis le dio forma a la cara nuevamente, pues le faltaban algunos pedazos y talló a mano varias partes del cuerpo de la imagen, como uno de los pies”, agregó el funcionario del Servicio Penitenciario.

Sobre la escultura, dijo que se trata de una imagen muy importante para el hospital, pues fue una de las primeras que tuvo la capilla de este centro de salud. Sin embargo, con el paso de los años no recibió mantenimiento y quedó hasta fuera de exposición. “Unas personas que trabajan en el hospital se comunicaron con un efectivo penitenciario retirado y él con las autoridades, hasta que San Roque llegó a la carpintería”, comentó y dijo que la escultura es de roble y que mide cerca de 1,20 metros de alto. A la vez, agregó que la imagen tiene unos 52 años, pues está en el centro de salud, desde que fue inaugurado en 1971

Gustavo comentó que esta escultura llegó al Penal de Chimbas, hace cerca de 1 mes y que calculan que en 10 días estará nuevamente en el hospital. “Dicen que es una estatua muy importante porque está desde los comienzos del hospital. Por el momento sólo le faltan algunos detalles en la madera y en la pintura de la vestimenta”, agregó Aballay.

Por otro lado, dijo que en Laborterapia los internos aprenden distintos tipos de oficios, ya sea en los trabajos permanentes o en talleres rotativos. Dijo que actualmente, de los cerca de 1.800 internos que hay, unos 1.000 están recibiendo alguna capacitación. “Buscamos que, gracias a esto, puedan tener una salida laboral y reinsertarse en la sociedad, cuando reciban la libertad”, agregó.