El juez que investiga la causa por la desaparición de Sofía Herrera se expresó a un día de cumplirse los 14 años y aseguró encontrarla es "un acto de esperanza y compromiso que todos tenemos". Se refirió a la investigación donde prácticamente descarta la importancia del ADN que solicitó Elena Delgado sobre una joven de 17 años que fue adoptada por una familia sanjuanina.

El magistrado aclaró que la madre de la niña desaparecida hace 14 años no solicitó formalmente la prueba a través de su abogado Francisco Ibarra, pero aclaró porqué los investigadores no valoran como importante ese línea de investigación.

Dijo que la chica sobre la que se pide el ADN en San Juan fue adoptada en abril de 2006, dos años y cinco meses antes de la desaparición de Sofía, tenía 15 días de vida. Destacó que revisando los papeles se llegó a la conclusión de que todo se hizo como indica la ley ante el Registro Civil de San Juan. 

Los ADN se piden cuando hay dudas de parte de la Justicia, algo que no ocurre en este caso por el momento. Es un dato que se viene valorando desde marzo de este año. 

El magistrado fueguino Daniel Cesari Hernández está a cargo de la causa desde 2017, en el que se intenta dar con el paradero de un adolescente que tendría 17 y que fue vista por última vez cuando tenía 3 años en 2008. Sofía se perdió de vista en un paraje despoblado en un  camping donde había ido un domingo a pasar el día con sus padres, a 60 kilómetros de la ciudad de Rio Grande.

“Llevamos cinco años investigando cada dato que llega al juzgado. Por suerte el compromiso social sigue intacto y la gente continúa aportando pistas. Nosotros tratamos de no bajar los brazos”, dijo el titular del Juzgado de Instrucción 1 en comunicación con la agencia Télam.

De acuerdo con Casari, ya no hay pruebas para hacer sobre el lugar donde se produjo la misteriosa desaparición, "cuando asumimos hicimos una revisión completa del expediente. Volvimos a tomar testimonios. Concretamos un operativo de dos días en zona rural, donde llevamos hasta una ingeniera experta en geodesia y un magnetómetro. Yo mismo solventé parte de los gastos”, detalló.

La clave de aquel procedimiento fue el testimonio de un chico que estuvo el día de la desaparición de Sofía en el camping John Goodall (hoy Camping Norte) el 28 de septiembre de 2008 y declaró que había visto a un hombre llevarse a la niña.

En el proceso de revisión de las actuaciones, el juez volvió a citarlo, diez años después, y el chico repitió la misma versión, aportando, incluso, una descripción que permitió a los peritos dibujar el rostro del sospechoso.

Así se llegó a la pista de José Dagoberto Díaz Aguilar, a quien apodan “Espanta la Virgen”, un hombre de nacionalidad chilena y costumbres nómades, que deambulaba por zonas rurales de Argentina y Chile.

“Todavía no lo encuentran. Lo busca Interpol con código rojo. No sabemos si está vivo o muerto tampoco, porque en el medio estuvo la pandemia. Hallarlo es algo que queda fuera de nuestra esfera de posibilidades”, explicó Cesari Hernández.