El incendio de gran magnitud que se vivió durante la tarde del primer día del año en el departamento Rivadavia en el límite con Chimbas, arrasó prácticamente con dos viviendas y con lo que tuvo a su alcance. Pero hay dos elementos con los que no pudo.

La ferocidad de las llamas tuvo relación directa con lo que comercializaba el almacén. Es que además de bebidas y lo propio de un local de barrio, también vendía garrafas de gas, por este motivo la viviendas y el local de la familia Martínez fue destruida por las llamas. Además, al ser alcanzados por las llamas los cilindros de gas, las explosiones también terminaron con las paredes de la casa de los vecinos, en la casa de Javier Ontiveros, quien también perdió todo producto de los estallidos.

Pero entre tanto caos, llamas, explosiones y agua por parte de los bomberos que intentaban apagar el incendio, hay dos cosas que no fueron destruidas y tienen que ver con la religión y las creencias.

Se trata de una imagen de grandes dimensiones del Sagrado Corazón de Jesús, el que quedó en medio del fuego pero está prácticamente intacto, mientras a su lado se encuentran heladeras comerciales y estanterías destruidas. Y el otro objeto tiene que ver con las creencias como es un pequeño santuario con una imagen de la Difunta Correa, que también sobrevivió al feroz incendio y se observa entero, en condiciones, como si hubiese existido una protección especial.

Estas dos imágenes relacionadas con la fe, posiblemente sean claves para que estas familias vuelvan a levantarse luego de iniciar el año de la peor forma, habiendo perdido prácticamente todo.