Los ansiolíticos son sicofármacos con receta que se utilizan para aliviar la ansiedad y/o ayudar a conciliar el sueño. Estos medicamentos se adquieren de manera particular y sin obra social en las farmacias. El problema radica en el uso ilegal de estos sedantes. Falsifican la indicación médica y compran estos remedios para abusar de las personas. ¿La solución?, una receta electrónica para controlar el camino del comprimido, desde que se fabrica hasta que se vende.

Ante esta situación el jefe de la división farmacia de Salud Pública Mario Carmona manifestó que están trabajando en el control de estos ansiolíticos. 'Estamos alertando a las farmacias para que estén muy atentos a la venta de este tipo, que corroboren bien las recetas y coordinen con los médicos para constatar que la receta sea legítima. Desde el ministerio  estamos trabajando para tener un sistema único que constate la validación de estos medicamentos, desde que se fabrican hasta que se venden al cliente. Lo mejor sería una receta electrónica'. 

El problema es que no hay un sistema efectico que permita controlar el medicamente desde que se elabora hasta que se vende, ''no tenemos un sistema informático para conocer la trazabilidad de estos ansiolíticos, lo mejor sería la receta electrónica.  Para mayor seguridad tendríamos que tener un Software que tenga toda la ruta e información de los medicamentos'.

Carmona alertó también que este tipo de personas del mercado ilegal son generalmente 'clientes no comunes, que no compran seguido, son golondrinas', finalizó Carmona.