Ante la situación de emergencia sanitaria que atraviesa al país por la pandemia de coronavirus, el Servicio Penitenciario Provincial, elaboró un plan de acción tendiente a resguardar la salud de internos y el personal. Estas medidas “se están aplicando desde que entramos en emergencia sanitaria, cumpliendo con lo dispuesto en los decretos nacionales, provinciales y las resoluciones judiciales dictadas”, explicó el secretario de Estado de Seguridad y Orden Público, Carlos Munisaga. 

En ese contexto, se trabajó con las autoridades del Servicio Penitenciario, el Ministerio de Salud Pública de la provincia y la Policía de San Juan para elaborar este esquema que permite reducir el riesgo de todos los involucrados.

En ese aspecto se realiza vigilancia sanitaria en cada punto de ingreso donde se controla la temperatura con termómetros infrarrojos y se realiza un cuestionario de síntomas, llevando a cabo un estricto control sanitario de ingreso del personal y de civiles debidamente autorizados. 

El protocolo dispone la desinfección de las locaciones y edificios del Servicio, la desinfección de personas y objetos mediante el rociado de alcohol al 70%, al tiempo que se colocaron dispensers de alcohol en gel y jabón en sanitarios y oficinas. A los detenidos se les entrega lavandina y jabón para la limpieza de sus espacios. 

Además, se ha reforzado el personal en el área de sanidad incorporando médicos y enfermeros. El protocolo indica que los nuevos penados y procesados son ubicados en otro pabellón completamente aislado del resto a los fines de cumplir la cuarentena. En cuanto a los condenados que integran el grupo de riesgo, se estableció un pabellón exclusivo para ellos. 

Munisaga explicó “por disposición judicial, han quedado suspendidas las salidas transitorias de los más de 100 detenidos que gozan de este beneficio y hemos prohibido las visitas de familiares”. Por último, el Ministerio de Salud Pública capacitó al personal con el objetivo de garantizar y proteger la salud de la población carcelaria.