El pasado sábado, la comunidad vitivinícola de San Juan celebró de manera significativa  los 70 años de la creación de la Federación de Viñateros, conmemorando los logros y reafirmar los desafíos actuales de la industria. En diálogo con el móvil de Canal 13, Eduardo Garces, presidente de la Federación de Viñateros San Juan, expresó su opinión con sinceridad.

En su discurso, el presidente compartió su visión y experiencias recientes: “Los últimos días me ha tocado presidir y como siempre digo, no porque sea el mejor sino porque no había otro que agarrara la 'papa caliente' " explicó. Además señaló que desde su espacio y gestión siguen tratando de cumplir con los productores, de ayudarlos en todo lo que se pueda y de defender la misión de la Federación.

Garcés destacó que la institución es fundamental en la defensa de los intereses de los productores locales: “Hace 50 años, un puñado de viñateros se juntaron y decidieron fundar esta institución. Hemos logrado muchas cosas, como leyes que impiden mezclar vinos de distinta calidad y normas que protegen la integridad de nuestros productos”, comentó el presidente.

Entre los beneficios actuales, destacó la obtención de un tractor y seis equipos de cosecha asistida, prestados a los productores a precios accesibles, así como cajones para cosechar y guardar pasas.“También les compramos abono a los productores y los financiamos. Todo esto en beneficio de nuestros asociados a través de los distintos centros departamentales”, añadió.

A pesar de estos logros, los desafíos son significativos. “Hace 50 años, San Juan cosechó 1.230 millones de kilos de uva, hoy estamos en un tercio, alrededor de 410 millones. Teníamos más de 70.000 hectáreas de viñedos y ahora estamos en la mitad. Eso es lo que hay que tratar de revertir con las autoridades y con el Estado”, subrayó el presidente.

La disminución del precio que reciben los productores es otro punto crítico. “Antiguamente, una botella en góndola costaba 100 pesos y 50 eran para el productor. Hoy, esa misma botella cuesta 100 pesos y el productor recibe solo 3,50. El Estado se lleva 43,50. Eso ha llevado a la desaparición de muchos productores y hectáreas cultivadas”, lamentó. Añadió que:  “El año pasado, los productores terminaron de cobrar su cosecha en diciembre, y lo que cobraban en diciembre ya no alcanzaba para cubrir los costos. Necesitamos que se frene el ritmo inflacionario para que nuestros productores puedan seguir adelante”.

A pesar de estos desafíos, la calidad del vino argentino sigue siendo una fuente de orgullo, señalando que "pongo las manos sobre el fuego, es mucho mejor la que tenemos nosotros que la que nos pueden brindar desde afuera"

Por otra parte, lanzó una contundente frase respecto al país vecino: "En términos de calidad puedo decir que esas camionetas caras serían el vino nuestro y el vino que traen de afuera sería un 'rastrojero' viejo. Son mentiras que los vinos que han traído es de más calidad, la vez anterior los hemos analizados y "Chile, por ejemplo, tiene permitido agregar un 7% de agua al vino. Nosotros pagamos a los chilenos por agua como si fuera vino, pero en calidad, nuestro vino es superior”, aseguró con firmeza.

El presidente también hizo un llamado a la cooperación y el apoyo gubernamental. “Esperemos que a este gobierno le vaya bien para que nos vaya bien a todos y podamos seguir adelante. Necesitamos que las políticas sean efectivas y que se libere lo necesario sin caer en el libertinaje”, concluyó.