El riesgo de criar a un 'perrhijo', ante la llegada de un bebé a casa
Los canes son territoriales y jerárquicos por naturaleza. ¿Qué problemas de conducta pueden llegar a tener? ¿Cómo preparar a la mascota para recibir a un nuevo integrante en la familia?
La llegada de un nuevo bebe a la familia puede llegar a plantear un problema, frente a la modificación de la estructura de esa comunidad en la que también entran nuestras mascotas. En ocasiones, los dueños llevan a los perros en brazos, permiten que se sienten en el sillón e incluso duermen en la cama.
Los canes son por naturaleza territoriales y adoptan una estructura de socialización basada en la jerarquía, que muchas veces sufre un cambio brusco cuando un bebé se suma a la “manada”. “A veces vemos en la casa que el perro no desarrolla el rol de mascota, desarrolla el rol de bebé o hijo de la familia”, expresó el conductista canino, Roberto Bastianelli en Banda Ancha.
“Son los perrhijos y son súper mimados, hasta que llega un bebe a la casa. El bebé que llega a la casa es un nuevo intruso y va a robar el protagonismo”, describió la percepción del animal. De manera que el rol cambia y ya no es el animal el que recibirá cariño, estará en brazos o dormirá en la cama.
Esto puede desencadenar celos en el can, que puede comportarse bien en presencia de los dueños, pero podría atacar al pequeño en algún descuido.
Bastianelli aseguró que hay que preparar al perro para recibir al bebé en casa desde dos meses antes. “Cuando preparamos el cuarto del bebé ya empezamos a colocar pañales, aceite y talco. Lo que va a oler el perro para que ya empiece a familiarizarse con el olor”.
La presentación concluye con el cara a cara de ambos, perro y niño a una distancia prudente. “Si el perro se acerca para olerlo, con la mano le largamos un mordisco como diciendo: ‘no te acerques más de la cuenta”, explicó. “Se le hace entender al perro que el bebé no es un integrante más, sino que él tiene una escala jerárquica por encima del perro” finalizó.