Mabel Villena, madre de cuatro hijos, estaba embarazada de la última entonces decidió agotar todas sus instancias para conseguir su casa propia. Por lo que inició un contrato con una constructora ubicada en Capital. Y como parte de su pago, decidió sacar un préstamo de 350 mil, 250 mil en efectivo y pactó la entrega de su camioneta Citroen Berlingo modelo 2018, para que iniciaran la construcción. Finalmente, se quedó sin el dinero y sin su casa, además de que sufrió una amenaza de pérdida durante su gestación.

Todo inició en enero de 2022, cuando la mujer firmó un contrato con la constructora, aprovechando que el dueño llamado Martín Romero, había sido compañero de su secundario. Después, precisamente siete meses después, el propietario de la firma expresó a Mabel que tenía a su hijo con problemas de salud, por lo que ella siendo enfermera, tuvo empatía con el hombre y decidió esperar.

Luego de ello, a Mabel la llamó un abogado y un supuesto comprador de la camioneta, para pedirle que hiciera la transferencia de la misma. Sin embargo, ella les explicó que eso no sería posible porque adquirió el vehículo a través de un crédito nacional, del que los intereses recaen sobre el rodado y no sobre el recibo de sueldo de la enfermera y estudiante de enfermería. No obstante, la damnificada, expresó que después de esta aclaración, fue extorsionada por la esposa y el cuñado del titular de la constructora.

Entonces, tras este primer encontronazo con los acusados de estafar a Villena, ella supo que la empresa en el mes de agosto de 2022 la constructora cambió tres veces de secretario. Y el dueño de la firma cayó preso el 20 de septiembre del mismo año. 'ahí me quedó claro que buscaban vender la camioneta, para tapar los problemas que tenía con los estafados del 2021', expresó Mabel Villena.

Conforme pasó el tiempo, la bronca, el dolor y la impotencia afectaron a la mujer y comenzó a tener problemas con su embarazo por una inminente amenaza de pérdida, por suerte su embarazo llegó a término. 

Al llegar a la oficina de Fraudes y Estafas, la damnificada indicó que no le tomaron la denuncia. Personal policial alegó que esto no sería posible, porque según las leyes se trataba de un delito contractual, por lo que a pesar de que el hombre se encontraba detenido y en un proceso de investigación, no pudo acusarlo formalmente. En tanto que, le recomendaron, realizar una carta documento, que ingresó por fiscalía el primer abogado que contrató.

Mas adelante, en octubre del pasado año, el cuñado del titular del contrato que firmó Villena, la llamó para proponerle un canje. En el que ellos prometían la devolución de la camioneta Berlingo y ella desistía de su denuncia. Trato al que no accedió, aconsejada por una amiga suya, que es abogada, porque según la letrada si ella accedía a esa propuesta sería quien comtería un delito.

Pasaron seis meses y la enfermera presuntamente estafada decidió buscar la camioneta por si sola. En este sentido, logró dar con una publicación de Facebook en la que el suegro del acusado, de apellido Alé había puesto a la venta una camioneta Toyota Hilux. En el posteo ella, corroboró la dirección y halló su vehículo. Entonces de acuerdo a sus dichos, fue a Fraudes y estafas con toda la información recavada y desde el Tercer Juzgado Penal, dieron la orden de secuestro del automotor.

Sin embargo, según afirmó Villena, no dieron con la camioneta porque los efectivos se confundieron de domicilio presuntamente. Después el primero de mayo, fue ella quien vio a su vehículo mientras se traslada a la guardia del hospital capitalino para trabajar en su profesión y dio aviso al 911. Esta vez, tomó fotos y videos para aportar como pruebas. 

Mas adelante, la denunciante contó a Diario 13 que el dueño de la constructora está en medio de un tratamiento psiquiátrico. Ella cambió su antiguo abogado, por dos nuevos abogados y también la causa tiene a otro instructor. Por último Villena, indicó que el ocho de agosto, mientras esperaba el colectivo, en el que se traslada con sus cuatro hijos a diario, volvió a ver su vehículo pasar delante suyo. Volvió a dar aviso a personal policial y lo único que ocurrió, según contó Mabel, fue que un móvil policial llegó a su domicilio. Por lo que nuevamente, perdió el rastro de su vehículo y la solución que le otorgaron las fuerzas de seguridad, fue que ampliara la denuncia original y un nuevo pedido de captura para el rodado.

'Lo último que hice fue habalr con el jefe de Fraudes y Estafas, porque esto me parece muy raro. De las tres veces en que la vi, (camioneta) no la pudieron secuestrar y yo la rastreé tres veces. Espero que den con ella, porque esto es doloroso y la necesito, en especial por mis hijos', expresó la damnificada.