ESI: aseguran que el "cuello de botella" son los docentes
El programa Nacional de Educación Sexual Integral se sancionó hace más de 12 años pero su implementación fue más conflictiva que positiva. Aseguran que mucho tuvo que ver la formación docente.
Fue un año complejo para la educación, sobre todo porque en la provincia costó, y mucho, comenzar a aplicarlo. Con una metodología integrativa, buscando sumar las voces parentales. Pero una de las cuestiones que complican la aplicación viene de adentro. Y no desde adentro de la casa, sino desde la misma educación, puesto que los docentes aún mantienen sus dificultades para afrontar una perspectiva que implica más simple contenido.
"La principal resistencia es del cuerpo docente, sin formación se ponen al frente de resolver problemas graves que la ley ESI. Hablamos de violencia de género, de sanitarios, del temor. Estamos hablando de temas más amplios que la reproducción sexual", señaló Graciela Tejero, docente investigadora de la Universidad Nacional de San Juan. Según entiende la especialista, esto generaba en el docente un "ponerse a prueba", pero en este tipo de casos no hace falta ponerse a prueba, sino "saber".
En este contexto, fue altamente positiva la posibilidad de capacitarse para afrontar este tipo de enseñanza. "A nivel público desde el 2009 hay una especialización de Educación Sexual Integral en el Ministerio de Educación. Esta es una gran oportunidad para los docentes. Aquí hay una ventaja porque hablamos de que es integral, y la perspectiva de género como una necesidad", señaló Terejo.