Los perros asesinos que le quitaron la vida a Sahir Peñaloza en Marquesado en septiembre, se han tornado incontrolables dentro del refugio, donde los mantienen en cautiverio, y ahora atacaron salvajemente a otros animales. Los canes cumplen una especie de "reclusión" hasta que avance la investigación por la muerte del niño de 2 años.

Este hecho habría despertado el alerta dentro del Cuarto Juzgado Correccional, dónde evalúan qué hacer con estos animales. Según informaron fuentes oficiales, la masacre comenzó cuando los perros se vieron alterados al percibir que alguien lanzaba piedras desde la zona externa al refugio. Allí, comenzó el tumulto, que pasó a ser agresión, que se convirtió en masacre. 3 animales, entre ellos uno perteneciente a la jauría del crimen. 

Esos perros supuestamente pertenecen o eran cuidados por Juan Ochoa (50), el casero de la Finca Los Abuelos en Marquesado y ahora único imputado en la causa por la muerte del Sahir Jeremías Peñaloza (2) en septiembre pasado. La familia del niño vive en la misma propiedad. Aquel día, el niño se alejó de la casa y lo perros se abalanzaron contra él. Le dieron tantos mordiscones que le provocaron graves heridas que causaron su muerte.

La investigación en el Cuarto Juzgado Correccional permitió llegar a testigos que señalaron a Ochoa como el supuesto responsable de esos animales. Ahora es él quien deberá responder por esos perros. El juez interino Eduardo Raed le imputa a Ochoa el presunto delito de homicidio culposo y ya lo citó a indagatoria. Sin embargo, el casero de la finca no se presentó y  pidió la eximición de prisión. Esto último todavía no se resuelve.