El licenciado en psicología, Daniel Iván Molina, mantuvo una conversación con Diario 13 sobre un tema sumamente delicado: la problemática de la salud mental que lleva a muchas personas, en su mayoría jóvenes, a tomar decisiones lamentables. En este contexto, compartió cómo las familias pueden brindar apoyo y detectar conductas que pueden desembocar en situaciones de suicidio.

"Momentos en que un familiar o alguien del círculo afectivo cercano manifiesta o ha demostrado comportamientos de esta naturaleza, creemos que la prevención desempeña un papel fundamental a través de la psicoeducación. Esta implica informar y educar a la comunidad sobre estos temas", afirmó el especialista originario de Jáchal, que ejerce su profesión en todo el país. Además, mencionó que las personas deben conocer no solo "cuáles son las señales de advertencia y los factores de riesgo, sino también comprender que hay medidas a tomar y cómo enfrentar situaciones que involucran la vida, ya que no siempre se dispone de un psicólogo en ese momento".

El profesional destacó tres puntos de importancia a considerar en casos relacionados con la suicidología:

1. Verbalización: "En primer lugar, es crucial prestar atención a cualquier tipo de verbalización relacionada con la ideación suicida, especialmente en el caso de los adolescentes" indicó.

2. Cambios de conducta: "Los cambios abruptos en ciertos comportamientos, como la higiene y la alimentación, son indicativos. Especialmente cuando dejan de realizar actividades que solían disfrutar", explicó. Además, señaló que la pérdida de interés es una parte de las conductas previas a la toma de decisiones fatales.

3. Aislamiento: "Cuando notamos un aislamiento social que va más allá de la simple desconexión con amigos y familiares, incluso llegando al punto de no comunicarse ni con familiares ni amigos ni compañeros", afirmó.

En relación con la tasa de suicidios, Molina informó que ha experimentado un aumento significativo. "Este es un problema social y también está vinculado a la educación", explicó, aludiendo a los posibles factores que llevan a los jóvenes a este punto crítico. Añadió que "para quienes trabajamos en suicidología, San Juan no es un caso aislado, ya que la alta tasa de suicidios es un problema a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud, el grupo más vulnerable se encuentra entre los 14 y 19 años".

Molina también destacó que ha habido un incremento de casos de autolesiones y una tendencia a "iniciar estos comportamientos a una edad más temprana, es decir, entre los 10 y 12 años".