El año pasado, la pandemia obligó a postergar todos los eventos religiosos para evitar contagios. Uno de las primeras que se vio afectada fue la  celebración del Domingo de Ramos. Sin embargo en el 2020, la tecnología fue un gran aliado y  Monseñor Jorge Lozano ofició la misa en la Catedral con transmisión en vivo por las redes sociales para hacer llegar su mensaje. 

Este año, si bien no todo volvió a la normalidad, se pudo generar la misa presencial. En este caso,  con distancia y barbijos, la gente pudo escuchar la palabra de Dios y hacer bendecir sus olivos.

En la misma se puso ver a familias enteras llegar hasta el lugar pedir por los suyos, orar y conmemorar esta fecha tan especial para la comunidad católica.  Era tantas las personas que necesitaban de la palabra de Dios que algunos debieron escuchar la misa en las escalinatas. 

Esto fuer porque al estar limitada en su capacidad, no había más espacio en el interior. Otro de los datos a considerar es que en la  en la puerta de ingreso se colocaron cajas con ramos ya bendecidos para que quienes desearan pudieran retirarlos y llevarlos hasta sus viviendas.