El reconocido pintor sanjuanino falleció hoy a los 58 años tras no superar un cuadro de neumonía que se le inició la semana pasada. Un artista de San Juan para el mundo, sus pinturas encuentran admiradores en todo el país, Estados Unidos, Europa y hasta en la lejana Rusia. Fue uno de los artistas más destacados de la provincia que logró posicionarse en el mundo. Mario Segundo Pérez nació en San Juan, en 1960. Vivió su niñez en el Barrio Capitán Lazo, en Rawson. Muchas de las experiencias de su infancia son las que reviven en sus obras. Según sus propias palabras: “mi infancia fue muy feliz, en un barrio humilde de trabajadores, en San Juan, Como un disco duro de PC grabé en mi mente imágenes bonitas, como juegos, fiestas y fogatas en el día de San Juan, imágenes que me sirvieron y me sirven para el desarrollo de mi obra”.

La vocación de Mario comenzó a vislumbrarse desde niño. A diferencia de sus pares y amigos, él no era muy bueno jugando a la pelota. Por eso, casi siempre, lo mandaban al arco y, en ese lugar, él aprovechaba para hacer dibujos en la tierra. Su costumbre hizo que ganara el apodo “dibujito”. Su afición quedó clara cuando entró en la universidad, donde cursó el Profesorado de Artes Plásticas en la Universidad Nacional de San Juan. Más tarde, en 1988, comenzó a exponer sus cuadros. Desde entonces, exhibió con regularidad sus obras en San Juan, Buenos Aires, otras provincias y el extranjero. Participó en salones y concursos provinciales, regionales y nacionales.

En 1999 obtuvo uno de sus más importantes reconocimientos, el Primer Premio del Salón Nacional. Mario estaba casado con Mirta Mabel Castro, su compañera desde los 17 años. Mario y Mirta tienen dos hijas: Andrea y Rocío Milagros. En su casa de Rivadavia tenía su atelier, al que cariñosamente llamó “El viaje”, porque eso es lo que sentía cuando pintaba. La crítica definía a Mario como un pintor figurativo y encuadrado dentro del realismo mágico. Él describió su propia pintura como clásica. Algunos de los artistas plásticos que lo marcaron fueron Goya, Rembrandt y Van Gogh.

“Soy un pintor figurativo. Mi primera temática era social, tomaba los mitos, leyendas. Luego me cansé de eso. Busqué otra mirada en mi interior y encontré tantas imágenes bellas, como un álbum familiar, y en esa serie me divertí. Hoy hay un nuevo cambio que primero se produjo en mí, cambió mi forma de mirar, de sentir, de tomar conciencia de lo finito, de lo rápido del existir, de lo vulnerable. Entré en temas más espirituales, obras más minimalistas, espaciales. Tengo una forma extraña de realizar pinturas. Yo lo describo así: es como dentro de mi cabeza hubiese una rielera, donde descansan futuros trabajos, una pintura empezada y terminada le da lugar a otra, que ya está esperando su turno. Trabajo con óleo sobre tela con espátula” dijo tiempo atrás.