Una familia de Barreal transita horas de dolor e indignación por el crítico estado de salud de un ser querido. A raíz de una descompensación al hombre lo trasladaron en un vuelo sanitario desde Calingasta al Hospital Rawson. El diagnostico no fue nada alentador, al contrario, les dijeron que le quedaba pocas horas de vida y entonces decidieron viajar a Capital para darle el último adiós, pero la seguridad del centro de salud no los dejó pasar a la habitación y, según el testimonio del yerno, los trataron mal.

Las horas críticas y de eterna espera para esta familia empezaron el pasado martes pasadas las 15, cuando al paciente por una suba de presión lo trasladaron del hospital de Barreal al Rawson. Su mujer viajó con él para acompañarlo y una hija que reside en Capital los recibió. Mientras que nietos, sobrinos, otros hijos y su yerno, Edgardo Aballay quedaron pendientes al teléfono por algún reporte que pudiera llegar desde la capital. Justamente este último habló con el móvil de Canal 13 sobre todo su calvario.

El parte médico no fue para nada alentador. Todo lo contrario. El doctor les comunicó la dura noticia de que al hombre le quedaban pocas horas de vida debido a su delicado estado de salud. El llanto desconsolado fue el común denominador entre su hija y su esposa que comunicaron la triste novedad a los que estaban expectante en Calingasta.

Ante la noticia, un grupo de seres queridos viajó de Barreal a Capital para darle el último adiós, el último abrazo al hombre. Nietos, sobrinos, hijos y sus yernos llegaron hasta las instalaciones del Hospital Rawson con la ilusión de acompañarlo en este momento tan crítico del barrealino.

Sin embargo, a la angustia y el dolor se le sumó la indignación para esta familia. La seguridad del centro de salud no les permitió ingresar a la habitación. Además, según Edgardo denunció en los micrófonos de Canal 13, los trataron mal y, les dijeron que a falta de sala de espera en el hospital debían esperar cualquier novedad en la vereda.

‘Nosotros le pedimos, le rogamos, les explicamos la situación, que habíamos viajado 300 kilómetros para despedirlo, pero no dieron el brazo a torcer. Encima nos trataron mal. Le pedimos que consulten con alguna autoridad, pero se negaron’, contó el yerno del paciente en delicado estado.

‘No hay una sala de espera en un tremendo hospital, con tremenda infraestructura que no tenga una sala de espera, no te va a dar bronca no te va a indignar’, se quejó Edgardo con los ojos brillosos al recordar lo que vivieron.

El yerno del paciente contó que anoche no les permitieron ni entrar al baño. ‘Hemos tenido que orinar en la calle, las mujeres también. Si bien teníamos la casa de mi cuñada para ir, nadie quería ir esperando el momento en que mi suegro se corte. Todavía le late el corazón, pero está muy delicado de salud’, expresó.

‘Cómo puede ser que la ministra, el gobernador no le den importancia a esto. No trabajan para los humildes. No puede ser que la seguridad sean los dueños de los lugares. No estamos en pandemia para que actúen así.’, se quejó.