Habló la presunta víctima de 'sextorsión': 'Es un riesgo para mi si queda libre'
Se trata de Paula Sánchez Frega quien estuvo en pareja con el tatuador sanjuanino, Patricio Pioli, acusado en este caso por "pornovenganza"
Paula Sánchez Frega es la presunta víctima del primer caso de sextorsión que llegó a juicio oral en la República Argentina. El acusado del caso, a quien se le imputan los delitos de Coacción y Lesiones Leves calificadas, es el tatuador sanjuanino Patricio Pioli. Recientemente la mujer rompió el silencio y aseguró que tiene miedo de que él quede libre porque sería un gran riesgo para ella.
Sánchez Frega accedió a ser entrevistada por el medio nacional Infobae a menos de 24 horas de que se conozca el veredicto del caso. Cabe destacar que los fiscales acusadores pidieron una pena de 5 años de prisión efectiva para Pioli. Ahora resta conocer la determinación que tome el Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional. El mismo es presidido por la jueza Edith Agüero junto a los magistrados María Petrillo y Fernando Romero.
Paula contó que si el sanjuanino no termina tras las rejas, ella se encontraría en grave peligro. Ella se justificó diciendo que el tatuador tiene en su prontuario antecedentes que están marcados por una tremenda violencia. De esta manera espera que el Tribunal no modifique el pedido que realizaron.
“El tema está en que si el Tribunal decide bajarle un año a la condena que solicitó la fiscalía va a quedar libre porque se computa el año y medio de prisión domiciliaria. Eso es lo que me tiene a mí muy preocupada. Para mí es un riesgo que quede en libertad porque Pioli tiene antecedentes muy violentos. Además, en estos cuatro años, nunca tuvo una conducta acorde. A medida que pasó el tiempo fue empeorando”, expresó.
Posteriormente la mujer aseguró que actualmente padece diversas afecciones psicológicas causadas por su ex pareja. Además declaró que esta persona también se dedicó a contar una trágica situación que a ella le tocó vivir cuando era niña: se trata de que su abuelo la abusó sexualmente.
“Él contó cómo me violó y también ventiló que fui abusada por mi abuelo en mi infancia. Es una persona que no paró en estos cuatro años de demostrar que solo quiere ventilar mi intimidad. Estoy con afecciones psicológicas como el estrés postraumático, ansiedad, ataques de pánico e insomnio por su culpa”, manifestó.
Finalmente deseó que el acusado reciba una pena acorde a lo que ella tuvo que sufrir por su accionar. Ella aseveró haber pasado un infierno a lo largo de cuatro años entonces no tendría sentido que el tatuador reciba una condena de tres años y algunos meses.
“Espero que por una cuestión de coherencia con lo que la fiscalía pidió, los jueces se adapten a una condena acorde a la situación. Yo pasé cuatro años que fueron un calvario y si a él le dan 3 años y un par de meses no tiene relación la pena con lo que yo sufrí. Necesito cerrar de una vez por todas esta angustiante situación. Lo quiero en la cárcel”, sentenció.