El pasado 21 de septiembre se habilitaron las inscripciones para el cursillo de ingreso a la Policía en la Universidad Católica de Cuyo. En ese momento las autoridades mencionaron que se hicieron una serie de cambios para este nuevo ciclo lectivo, pero no se mencionaron en detalle cuales fueron. En comunicación con Canal 13 el director de la Escuela de Seguridad, Carlos Fleury, explicó cuáles son.

En un primer momento Fleury destacó que se ha marcado una diferencia entre la edad mínima requerida para entrar a la Policía de San Juan, se debe tener como mínimo 18 años, y para ingresar al Servicio Penitenciario, se requieren al menos 20 años de edad. "Realizamos un análisis de este cargo y determinamos que por una cuestión de adaptación al trabajo en una cárcel se estima que la edad mínima es mejor que sea esta. Esto es algo que hemos establecido para este año", declaró el director.

Sumado a esto las autoridades tomaron la decisión de comenzar a exigir un nuevo estudio cardiológico como parte de la cartilla médica. Se trata de una ergometría o también conocida como la prueba del esfuerzo. Además, la máxima autoridad de la Escuela de Seguridad reveló que se le ha dado más importancia a los estudios psicológicos a los que se someten los ingresantes.

De ahora en más el resultado de estas pruebas determinarán para que cargo esta más apta la persona, es decir se va a decidir si tiene un perfil adecuado para ser Policía Agente, Policía Oficial, Agente Penitenciario u Oficial Penitenciario. Otra modificación que se realizó fue que el examen teórico que deben superar los aspirantes sea más riguroso, agregando contenidos sobre leyes policiales y penitenciarias, como así también historia y manejo administrativo de las fuerzas.

Acerca de esto el Agente Juan Bustos, que ingresó a la Policía hace cuatro años atrás, expresó que si bien uno piensa que la evaluación escrita es lo más complicado del ingreso, los estudiantes se terminan dando cuenta que el examen físico es realmente lo más difícil. "La parte teórica me resultó fácil, pero la parte física me costó. Se rinde por puntaje porque estas compitiendo con otros aspirantes. Te exigen mucho sobre todo en la resistencia", reflexionó.

Por otro lado el Oficial Inspector José Soto, quien comenzó su cursillo de ingreso en el año 2003,  reveló que para él ambas pruebas tuvieron su grado de dificultad, destacando que en ese tiempo no existía Google por lo que preparar la evaluación escrita era más complicado que en la actualidad.

"Ellos te daban los contenidos y la bibliografía. Tenías que ir a la biblioteca porque no existía Google como ahora, entonces había que buscar los libros, buscar la información, armar los resúmenes y rendir. Para el físico me preparé tres meses antes, averigüé cuáles eran los ejercicios que tomaban y me puse a prueba en un gimnasio de Capital que en ese tiempo tenía a un profesor que era un policía retirado que nos preparaba", recordó el Inspector.

Finalmente el Director de la Escuela de Seguridad expresó que se establecieron dos modificaciones en los requisitos físicos que se exigirán de ahora en más. La primera de ellas esta relacionada con los tatuajes. "No se puede ingresar como condicional con tatuajes visibles, es decir en brazos y piernas. Los otros tatuajes que no sean visibles como en el pecho o en la espalda no hay problema", declaró el funcionario.

Además tampoco se le permitirá a los alumnos ingresar mientras se encuentran transitando el tratamiento para quitarse estos tatuajes, cosas que en años anteriores si se podía hacer. "Hasta hoy existía la posibilidad de que el alumno condicional podía estar en tratamiento para quitarse los tatuajes y terminar el proceso durante el cursado, eso ya no se puede hacer más", aseguró Fleury.

La segunda modificación meramente física tiene que ver con el sentido de la vista de estos futuros integrantes de la Policía o del Servicio Penitenciario. "La vista tiene que estar en condiciones óptimas. Antes se podía ingresar y someterse a una cirugía de corrección durante el cursado. Ahora no, tiene que corregir su problema y después intentar ingresar". dijo el sanjuanino.

Consultado acerca de la razón de estos cambios, el entrevistado declaró que "siempre estamos buscando la excelencia académica para que el día de mañana tanto Sanidad Policial, como Sanidad Penitenciaria no tengan dificultades a la hora de evaluar a los egresados. Por ejemplo si un alumno entra con una patología determinada que no la puede corregir durante el cursado y lo ingresan a la fuerza, comienza a tener problemas en el ejercicio profesional".

Siguiendo en la misma línea expresó que "la Fuerza quiere gente que esté apta para el Servicio de Seguridad permanente, que  luego no genere problemas con el pedido de permisos por salud, lo que provoca que dejen los lugares de trabajo sin atención. Son  fuerzas que necesitan permanentemente todo el personal a disposición. La idea es que depuremos desde el ingreso en materia de capacidad intelectual, capacidad física y capacidad en salud de la mejor manera, ese es el fundamento", sentenció.