Sofía Pastran es una estudiante del Colegio San Antonio de Sarmiento, generó gran interés con su proyecto Innovación H2, un sistema que permite que un motor funcione a través del uso de agua mediante un proceso de electrólisis. Este trabajo, que presentó en la Feria de Ciencias, se destacó por su potencial para transformar la industria automotriz.

“El proyecto se llama Innovación H2. Se trata de hacer funcionar un auto a través de agua. Este proceso es a través de la electrólisis”, explicó Sofía en Cien por Hora. La joven relató que su trabajo comenzó de forma individual en su casa, motivada por su interés en la investigación y en “ profundizar en temas nuevos”.

Luego, compartió su idea con Marcela Hernández, profesora de su colegio, quien la alentó a desarrollarlo en profundidad. “Después se lo comenté a Elizabeth Moreira, otra profesora, y ella me sugirió presentarlo en la Feria de Ciencias. Así empezamos a trabajar mejor en la parte química y física”, detalló la estudiante.

El proyecto logró pasar a la instancia provincial, aunque no obtuvo un primer puesto. “Había muchos proyectos muy bonitos y era una competencia grande. Pero, de todos modos, fue una experiencia muy enriquecedora”, señaló.

Sofía explicó de manera sencilla el mecanismo detrás de su innovación. “En el recipiente donde se ve más amarillo hay una celda con placas de acero inoxidable. Esa celda, conectada a una batería, genera el hidrógeno a través de electrólisis. Al separarse el oxígeno del hidrógeno, este último va directo a la emisión del auto, permitiendo que funcione”.

El sistema también plantea ventajas ambientales y económicas. “Andaría mejor con agua salada, como la del mar, pero incluso con agua de lluvia o cualquier tipo de agua no potable se puede realizar”, afirmó. Además, destacó el bajo consumo: “Para un trayecto de 100 o 200 metros se necesita menos de 100 mililitros de agua”.

Aunque Innovación H2 despertó mucho interés, también ha enfrentado algunas críticas. “Al principio no quería hablar mucho del tema porque había gente que me decía comentarios negativos”, compartió Sofía. Ella atribuye esta reacción a que “a algunas personas les da miedo probar cosas nuevas” y al impacto que un sistema como el suyo podría tener en la industria tradicional. “Creo que las petroleras podrían verlo como una competencia grande”, reflexionó.

En cuanto al futuro, Sofía ya ha tomado pasos concretos. Planea continuar desarrollándose en este campo y recientemente ingresó a la carrera de Ingeniería Electromecánica. “El hidrógeno es el combustible del futuro, y quiero seguir investigando para ver cómo podría aplicarse a una escala mayor”, expresó.