El escándalo que sacudió la Comisaría Novena la semana pasada, relacionado con el presunto robo de un conjunto de ropa interior por parte de una suboficial a una agente, ya está siendo investigado por Control de Gestión. Este incidente provocó la remoción de la cúpula de la comisaría y el traslado de 69 efectivos.

Según pudo constatar Canal 13, no se ha presentado una denuncia formal, sino una queja que inició el proceso investigativo. Este organismo no tiene tiempos estipulados para la investigación, la cual sigue un trámite similar al de una cuestión judicial. La agente afectada presentó su queja y ha comenzado a aportar pruebas necesarias para demostrar que fue víctima de un robo.

El procedimiento implica que, una vez reunidas todas las pruebas, se analizarán y se dará espacio a la suboficial señalada para que ejerza su derecho de defensa con un abogado. Control de Gestión evaluará ambas versiones y, de ser necesario, recomendará al jefe de la policía las acciones pertinentes. Cabe destacar que esta recomendación no es vinculante, sino que sirve como una opinión que el jefe de la policía, Eduardo Lirola, puede considerar al tomar una decisión sobre la sanción correspondiente.

La investigación no tiene un plazo determinado y avanzará conforme se recopilen y analicen las pruebas. La resolución final dependerá de la conclusión de Gestión de Control y la posterior decisión del jefe de la policía.