La "novela" del aborto: una mirada experta sobre la violencia mediática
Una psicóloga sanjuanina feminista explicó las consecuencias de la mediatización del "Caso Franco".
En las últimas semanas un caso resonante fue portada de los diarios de San Juan y el resto del país. Un hombre recurrió a la Justicia en un intento de impedir que su esposa aborte y la situación se mediatizó. Finalmente, la mujer pudo acceder a su derecho de interrupción voluntaria del embarazo. Pero los medios agrandaron la grieta, según una profesional sanjuanina. La Licenciada en Psicología, becaria doctoral del Conicet y miembro de la Red de Psicólogas Feministas, Valentina Sosa, analizó el caso en Diario 13.
Franco es el nombre de un sanjuanino que se volvió conocido a nivel nacional cuando presentó una medida cautelar para evitar que su esposa interrumpa su embarazo. Tras una serie de idas y vueltas judiciales, los jueces Carlos Noguera Ramos, Juan Carlos Pérez y Sergio Rodríguez, de la Sala III Cámara Civil dieron lugar al pedido del hombre. Sin embargo, un día después de la decisión de los magistrados, la defensa de la mujer, el abogado Reinaldo Bedini, informó a la Justifica que ya había abortado y la causa quedó abstracta.
Los medios de comunicación siguieron el "Caso Franco" desde el día uno. Si bien su nombre no se conoció, él salió en algunos programas televisión y diarios de la provincia y dejó el camino abierto a la sociedad para dar con su identidad. La psicóloga afirmó que "hubo un uso y un abuso de algunos medios sanjuaninos de este caso particular".
Para argumentar su tesis se refirió a la ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres, cuyo objetivo es eliminar todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres. La normativa contempla los distintos tipos de violencia, física, psicológica, sexual, económica y simbólica, pero también abarca modalidades en función de los ámbitos donde se ejercen estas violencias, en este punto se puede hablar de violencia mediática.
Antes de brindar su reflexión sobre el "Caso Franco", la profesional de la Salud mental explicó su concepción de los medios de comunicación, quienes, para ella, tienen un importante rol en la sociedad: "Son creadores y constructores de significado". "En esta realidad que construyen pueden legitimar el orden político de género establecido; se trata de representaciones que empiezan a circular y que influyen en las subjetividades y construcciones en torno a ser mujer", resaltó.
"Los medios operan de una manera bastante sencilla. Relatan la noticia como una novela basada en hechos reales. Cuando se construye de esa forma despiertan emociones en los interlocutores y la audiencia se identifica con estos personajes", indicó Sosa. En esta línea y respecto al abordaje del "Caso Franco", lamentó que "en algunos medios se hicieron hasta encuestas preguntando de qué lado de la historia te encontrás". "Así los medios de comunicación funcionan como agentes que son capaces de ejercer violencia hacia las mujeres", señaló.
A partir de esas definiciones, se posicionó en el lugar de la protagonista de la novela que construyen: "Del otro lado tenemos a la mujer involucrada. La exposición en los medios de comunicación desdibuja los límites de lo íntimo, lo propio. Esto lleva a que la situación o vivencia personal este mediada y atravesada por un montón de cosas que son ajenas a la mujer. Se instrumentaliza a la persona, se usa a la persona para vender su historia, y está expuesta y revictimizada. Una vez que la noticia pierde este interés mediático ella y su historia desaparecen con la noticia".
La psicóloga entendió que desde que empezaron los distintos movimientos feministas inició una mayor cobertura por parte de los medios sobre los hechos que implican derechos de las mujeres. Sin embargo, consideró que mientras la ciudadanía empatiza y apoya a las mujeres en casos de violencia extrema que mira en los noticieros y diarios, no hace lo mismo cuando se tratan de derechos reproductivos y no reproductivos.
En la mayoría de las encuestas que plantearon algunos medios "ganó" la opción que estaba en contra del derecho de la mujer a abortar. Al respecto, Sosa opinó que "cuando en las políticas públicas entra en cuestión el género implica una crítica al sistema establecido y cuando hay una crítica al estatus hay resistencia, siempre. Cuando hablamos de la incorporación de los derechos sexuales, como el aborto, que incrementan el poder de la mujer en la sociedad implican mayores resistencias", opinó Sosa.
Asimismo, reconoció que la aceptación de estos derechos llevarán tiempo: "La legislación se aprueba rápido, pero es un largo proceso social y cultural hasta que se apoyen". No obstante, antes de finalizar quiso dejar en claro que "podemos estar de acuerdo o no con la decisión de la mujer, pero eso no significa que tengamos que obstaculizar el acceso a su derecho a una interrupción voluntaria del embarazo o justificar que se vulnere el derecho con una ley que ya está en vigencia".