Lucas Molina Rojo, Secretario de Bienestar Universitario de la UNSJ dialogó con Banda Ancha y destacó que la demanda de alimentos en el comedor universitario crece pero la capacidad operativa está al límite. "Realizamos 2.000 raciones de comida por día que se distribuyen entre lo que es el comedor del Palomar, el comedor Juan Gutiérrez, que también lo pudimos inaugurar después de muchos años en el Cuim, el más grande de la provincia, y la cena. También se lleva comida al INTA en Pocito, para los estudiantes de agronomía y a la facultad de Filosofía", explicó Rojo.

"Estamos al límite de nuestra capacidad operativa, porque hay un número limitado de personal, o sea, tienen condiciones objetivas que nos condicionan pero no hemos dejado afuera a ningún estudiante que cumpla con los requisitos. Hemos podido sostener el servicio para la totalidad".

A la vez, agregó que "a principio de año, al evaluar la necesidad de sostener el derecho a los estudiantes al comedor gratuito, la decisión política de la universidad, con el acompañamiento del Consejo Superior, determinó que el comedor era una de las prioridades porque la universidad necesita sostener las trayectorias estudiantiles de esos estudiantes".

"Estamos trabajando con la mayor eficiencia posible, en el buen sentido de que cada peso que la universidad se destine ahí, llegue efectivamente a la comida de los estudiantes. Y con una planificación operativa, con este nuevo sistema que nos permite controlar el estado académico y planificar las raciones que hay que producir en cada turno, lo vamos llevando". 

"Si todo sigue como vamos a poder terminar el año habiendo brindado este servicio elemental y fundamental para muchos estudiantes y sus trayectorias hasta fin de año.La pérdida del poder adquisitivo de las familias es evidente, no solo para los estudiantes, sino para todo el pueblo argentino, o para una inmensa mayoría del pueblo argentino", finalizó Rojo.