Son alumnos de la Escuela Albergue Carlos Navarro de El Encón, en 25 de Mayo los que elaboran quesos y quesillo de cabra para vender. Con esto recaudan fondos y pueden mejorar la calidad de vida. Se destacan por la producción y el sabor pero hasta entonces tenían un problema: recolectar la leche. Pero ahora cambió y gracias a una donación, podrán incrementar 5 veces más la producción de lo que elaboran.

Es la AFIP la que les donó un automóvil Polo, contó la directora del establecimiento, Silvana González, quien realizó se encargó de gestionar la llegada del vehículo para ampliar el Proyecto de Industrialización de Quesos y Quesillos. Y fue la Administración Federal la que escuchó el pedido de la directora y comenzaron a trabajar en todo lo relativo para poder hacer posible la ayuda. Así fue como la escuela recibió el Volkswagen.

Los alumnos tenían un problema hasta entonces porque los puesteros tenían intenciones de hacer llegar la leche, pero sin movilidad alguna era imposible. Sólo los que contaban con algún transporte podían acercarla a la escuela para venderla. De ahí con el procesamiento y la fabricación, se hacían los productos para venderlos.

Con esta complicación en la logística, eran unos 50 litros por semana los que recibían pero ahora esto cambiará. ‘Estimamos que vamos a poder contar con unos 250 litros ya que con la movilidad vamos a llegar a más lugares para traer la leche’, explicó la directora González con entusiasmo por la donación recibida y el gran avance que tendrán ahora para ampliarse en la elaboración de estos productos lácteos.

‘Es la pata que nos faltaba para poder implementar el proyecto. Si los puesteros no pueden llevar la leche, nosotros no tenemos cómo hacer el queso y quesillo de cabra’, explicó la directora.

La planta industrial que tiene la escuela es sumamente higiénica y activa para la tarea. Las maquinarias fueron compradas en Santa Fe, son de acero inoxidable y tecnológicas, adquiridas también con una gestión en presidencia.

Con el incremento de la producción ‘las personas que nos vendieron las máquinas nos dijeron que cuando tengamos más producción nos pongamos en contacto porque hay muchas personas que quieren comprar queso y quesillo de cabra’, contó González.

‘Los padres de los alumnos que realizan la producción, muchas veces quieren venir a ver los procedimientos y no pueden pero ahora vamos a poder ir a buscar a los padres, llevar la máquina sacaleche solar portatil que tenemos, es portátil y de esta forma sale la leche totalmente higiénica. Es llamativo para la zona y ahora vamos a poder utilizar estas herramientas’, concluyó la directora.

Desde ahora la fabricación de los productos tendrá un incremento, no sólo en la elaboración sino también un desarrollo más que importante para la comunidad, que crece desde un establecimiento educativo, que no sólo educa, sino también acciona de acuerdo a las necesidades para crecer.