La avanzada de Rusia en Ucrania no se detiene y el mundo continúa en vilo ante los bombardeos y el horror. Mientras tanto, en la potencia dirigida por Vladimir Putin, el clima social tiene particularidades muy propias de su idiosincracia, no siempre traducida correctamente hacia el exterior.

Luis Salazar, residente chileno en Rusia, contó en Canal 13 cómo se vive el conflicto armado desde adentro.  ‘Hay bastantes situaciones encontradas. Antes de que comenzara la guerra, antes de que Putin diera la orden de atacar había una esperanza, digamos razonable, de que iban a llegar a buen término por la vía diplomática. Por lo tanto, estaba todo tranquilo’, dijo.

No obstante, cuando la guerra comenzó y a medida que las tropas rusas avanzaron sobre la capital ucraniana, las opiniones en las calles comenzaron a cambiar. ‘El ruso común y corriente pensó que esta guerra duraba 48 horas y no ha durado eso’, señaló.

‘La gente, increíblemente por la vida que han tenido por la cultura y su historia, tienen una visión del valor, de la vida, la muerte y el sacrificio muy diferente a nosotros. Lo que a nosotros nos da pánico a ellos no. Lo que a nosotros nos parece una irracionalidad, a ellos no. Para ellos es irracional que Putin haya atacado a Ucrania y todavía no haya llegado a Kiev y tomado prisionero a Zelensky, el presidente ucraniano. Porque aquí los rusos que tienen algún grado de cultura, tienen la impresión profunda y la vivencia de que son un mismo pueblo, que Ucrania no es diferente a Rusia. Todo el mundo sabe que Rusia nace del Rus de Kiev’, comentó Salazar.

‘Es una cosa muy extraña porque como en todo país, Ucrania y Rusia no son países homogéneos que piensan lo mismo. Entonces lo que están en el poder son herederos de los fascistas que pusieron fuera de la ley al 15% de la población ucraniana que son militantes comunistas, los persiguen, los matan y los torturan. Y el partido fascista que hay en Ucrania es legal y está gobernando’, analizó el residente chileno en Rusia.

En este sentido, señaló que ‘el núcleo central de la población rusa pensaba que Putin era muy cauto y muy blando’ ante el conflicto que mantenía con Ucrania.

Ellos en el día a día viven lo que sería en términos políticos una transición entre el socialismo y el capitalismo que trata de abrirse paso en Rusia. Lo que nosotros no hemos visto ellos lo ven de otra manera y lo sufren fuertemente a la diferencia entre un sistema y otro. Por ejemplo, aquí es muy sensible el tema de la calefacción por el clima que existe y esta todavía muy centralizada. Eso significa que la ciudad prende la calefacción, no el particular. Y pasa por tuberías en la ciudad y entra por los edificios en unas estructuras de calefacción que son grandes, fuertes, de acero irrompibles que no necesitan mantenimiento. Ellos saben que en tal fecha se prende y que no se apaga en seis meses y pagan por eso la nada misma’, comentó Salazar.

Luego, recordó que ‘cuando acallo la Unión Soviética y comenzó la nueva era, poco a poco entró a funcionar lo nuevo y eso es que cada uno paga su propia calefacción y son más modernas y particulares y requieren más mantenimiento porque se rompen, etc. Entonces la gente vive eso todos los días. La gente sigue en ese conflicto de modelos, y entonces sucede que la gente cuando compara precios y calidad todos los días en cada cosa que hacen día a día. La gente común dice que al país lo vendieron al capitalista. Le entregaron el país a los europeos y por lo tanto toda esta ofensiva que Estados Unidos planeó contra Rusia producto de su invasión a Ucrania ellos la ven con mucha ira. El ruso común y corriente está muy enojado’, concluyó.