La historia de un vino de excelencia creado por una escuela de San Juan
Se trata Vino Blanco de Altura de la Escuela Agrotécnica Cornelio Saavedra, que fue premiado con una medalla de plata en un importante concurso nacional.
Estudiantes de 7º año de la Escuela Agrotécnica Cornelio Saavedra, ganaron una medalla de plata en la XXXIII Cata de Vinos San Juan 2021 Concurso Nacional con un vino de elaboración propia. Pero esto es solo la punta del iceberg de una historia cargada de dificultades atravesada por un contexto de pandemia.
En comunicación con Compacto 13, el enólogo Nicolas Arguello, encargado de la materia Practicas Profesionalizantes, contó los pormenores de un proyecto ambicioso que promete aún más. “Se da todo dentro de un proyecto que presentó en la escuela. Es un estudio de vid donde son más o menos 450 plantas de diferentes variedades. La idea es ver como se adapta cada una al suelo y al clima”, explicó Arguello.
Con esta iniciativa en marcha, decidieron realizar las primeras prácticas generando un convenio con un productor, ya que los viñedos de la escuela aun no dan sus primeros racimos. “En el proceso nos pasó de todo, un día antes nos suspenden las clases por la pandemia y nos quedamos sin cosechadores. Tras la desesperación, porque la uva no nos espera y no sabíamos cuando íbamos a volver, fue que se nos ocurre ir a la municipalidad y nos brindaron cosechadores”, contó el enólogo.
Con la idea de que los alumnos vivenciaran todo el proceso, se cosecho y de molió la uva en Angualasto, en la finca del productor y se trasladó el mosto a la escuela. “Cuando retornaron los alumnos y se empezó a vinificar técnicamente. Ahí los alumnos hacían el seguimiento de fermentación y análisis que les enseñe a hacer”, dijo Arguello y agregó, “presentamos el vino en la cata y para grata sorpresa obtuvimos medalla de plata. Todo elaborado por con los pibes, la idea es seguir”.
Las cualidades especiales del suelo, la composición de la flora del lugar del viñedo de Angualasto, que es están a 1800 o 1900 metros de altura y las condiciones climáticas ayudaron a que este ejemplar se único, allí “la valla se siente amenazada de muerte por el frío por lo que engrosa su piel para protegerse. Ahí es donde se consigue el aroma y la materia colorante”.
Así fue que el Vino Blanco de Altura de la Escuela Agrotécnica Cornelio Saavedra fue sometido a ciegas al rigor de 80 paladares exigentes del concurso nacional, que les dio el segundo puesto. Aunque esto no termina aquí, es grupo también ha ganado un concurso para equipamiento de análisis de suelo y de agua en un convenio a través del INTA.
Además, el INTA puso a disposición, drones y una capacitación para hacer controles aéreos del cultivo, “nos van a enseñar a controlar el cultivo por medio de drones. Lo que permitirá controlar a que lugares les falta agua, nutrientes y en qué lugares no prende la vid o bancos de arcilla que pudren las raíces”, finalizó el especialista.