Rosana Reinoso, es una madre como muchas, una mujer fuerte que batalla incansablemente por el bienestar de su hija.

 En este caso, la lucha pasa por que la obra social que tienen, hace 18 años, dejó de prestarle cobertura a su hija, el pasado 13 de diciembre de 2019, lo que representa una ardua pelea contra esta prepaga y, una carrera contra el tiempo para poder presentar los estudios a tiempo, y así su pequeña pueda tener educación.

Rosana le cuenta a Canal 13 San Juan, que el pasado 13 de diciembre la obra social OSPES, con la cual tienen una historia de cobertura de 18 años, rompió convenio con la gerenciadora que tiene en la provincia y, por ende, desde ese momento, dejaba de tener cobertura, según lo que le informaron ese complicado día.

Lourdes, que tiene 7 años, y sufre de autismo, siempre tuvo la cobertura necesaria, que es mucha, y costosa para afrontar para una familia de clase media, ya que esta involucra un equipo médico comprendido de neurólogo, psicopedagoga, psicóloga, y además el acompañamiento permanente de la DAI en la escuela, para poder llevar a cabo sus  estudios.

Ese fatídico día, donde todo se complicó para ella y su madre, que tuvo que salir a ocuparse de cosas que nunca antes hicieron falta, debido a la cobertura al 100% que recibía la pequeña Lourdes, por parte de la obra social, y que ahora le falta. En una desesperación constante, en la que entro, Rosana cuenta lo difícil que se les está haciendo, que su hija siga teniendo la medicación necesaria y, el tratamiento que necesita para tener una óptima calidad de vida.

“En las fiestas tuvo una crisis, porque ella tiene una mayor sensibilidad auditiva, llegó ese día, donde todos comenzaron con el tema de la pirotecnia, y todos sabemos que los niños con autismo sufren muchísimo” dice Rosana, sobre como pasaron las fiestas, además añade: “tuvimos que cenar encerrados en la habitación, yo no tenía donde llevarla  porque un neurólogo de urgencia, no hay en el hospital público”

Ahora el desafío pasa por que la obra social OSPES, se vuelva hacer cargo de todo el tratamiento que necesita su hija para poder seguir llevando una calidad de vida apropiada.

La madre en lucha, dice que una de las cosas a solucionar es el tema de la educación de su hija, ya que “Lourdes necesita ir con su DAI, desde el primer día de clase ella tiene que ir acompañada por una docente que la apoye a nivel pedagógico, ya que esta no se despega en ningún momento de ella, porque mi hija no tiene noción del peligro”

“Para ingresar a la escuela (es una responsabilidad de los directivos) ellos me piden el informe de las terapias, para llevar el control que la niña cumple con todo lo que debe cumplir de acuerdo a su trastorno y, como Lourdes dejó de tener terapeutas, yo no tengo quien me de esos informes, ya que mi hija empezaba en febrero con todas esas terapias”, relata la mujer notablemente preocupada.

Aunque no bajará los brazos por la salud de su hija, Rosana, se siente realmente afectada por todo esto y cuenta que está muy triste por tener que ir por todos lados, “a partir de diciembre, yo me ando pasando por todos lados y, como nunca tuve que hacerlo no sé cómo moverme, no sé cómo actuar”

Sobre el papeleo y las diferentes puertas que golpeo, la madre de Lourdes cuenta que fue a la superintendencia, donde ya puso la denuncia, la cual se encuentra en segunda instancia del trámite, además de ir con la defensoría del pueblo, de donde detalla, que los está defendiendo, debido a que ellos no pueden costear un abogado. “Ya se mandaron las intimaciones de Ospes a Buenos Aires, no hemos tenido respuestas, tenemos que esperar hasta el viernes, y ahí va a empezar una orden de amparo” dice la madre de la pequeña, y no pierde ese espíritu combativo que toda madre adopta cuando quieren vulnerar un derecho de su hijo.