Mucho se habla de la vacuna contra el Covid 19 y las discotecas empiezan pensar en el regreso. Leo Giménez, propietario de Tomar Algo Bar, contó cómo se reconvirtieron para poder funcionar pero apuesta a que de a poco vuelva el baile.

'Se va a ir acomodando. Veremos con el tema de la vacuna cómo funciona y a raíz de eso poco a poco iremos volviendo a la vida normal que teníamos antes', reflexionó Leo en esta 11ra nota del Diario de Canal 13 con el sector.

Tomar Algo Bar, que nació en 2006, pasa por un difícil momento ya que con este formato apenas alcanza para mantener el local. 'Seguiremos rogando que en algún momento las condiciones estén dadas y se pueda volver a abrir'...

¿Cómo los sorprendió la cuarentena?

Antes de que empiece todo esto veníamos trabajando muy bien, abríamos con bastante gente para lo que había sido el año pasado. Lamentablemente tuvimos que cerrar, nosotros habíamos decidido hacerlo una semana antes de que anunciaran la cuarentena por una cuestión de precaución. 

Por supuesto que nunca nos imaginamos que podía ser tan larga, veíamos lo que pasaba en todas partes del mundo pero siempre confiando en que se iba a resolver lo más pronto posible. Las condiciones no se dieron y estuvimos como siete meses cerrados, la verdad que ha sido durísimo.

¿Qué hicieron para atravesar esta coyuntura?

Estos siete meses más o menos que estuvimos cerrados han sido durísimos. Gracias a Dios se pudo llegar a un acuerdo con los propietarios del salón para pagar un poco menos de alquiler y solventar los gastos que teníamos para poder resistir. 

Creo que todos fuimos sumando deudas como por ejemplo en AFIP. Las iremos pagando con alguna moratoria o con lo que vaya saliendo, por suerte ahora nos hemos reinventado como resto bar que nos ayuda a pagar por lo menos el mantenimiento.

Yo me dedico solamente a esto y he tenido que ocupar plata que tenía ahorrada o pedir prestada para pagar sueldos y mantener impuestos como luz, agua, y un montón de cosas que se tienen que seguir pagando aunque tengas el negocio cerrado.

Creo que todos éramos conscientes de lo que estamos viviendo entonces cada uno desde su lugar hizo una contribución para poder llevarla. Somos uno de los sectores más afectados, seguimos muy afectados, pero no queda otra que salir adelante.

Nosotros tuvimos la oportunidad de reinventarnos y poder abrir como resto bar pero hay muchos colegas que no lo han podido hacer. Están sufriendo montón realmente porque es mucho tiempo el cual llevamos con los locales cerrados sin trabajar.

¿Qué opinión le merecen las fiestas clandestinas?

El tema de las fiestas clandestinas la verdad que es complicado. Nosotros desde el sector tratamos todo el tiempo de decirle a la gente que no asista a fiestas ilegales, que se producen en casas, fincas y demás, por una cuestión de que se pierden los cuidados. 

Las fiestas existen y creo que hay muchas más de las que se descubren, entonces hay que encontrar una solución para que esto no pase más. Las fiestas clandestinas han sido bastante populares en San Juan y en toda la Argentina, la gente también quiere divertirse.

Como las personas quieren salir, por ahí no se cae en la realidad de que estamos en cuarentena y que hay que tratar de cuidarnos. Ahora hay circulación viral entonces si las hacen tienen que ser en algún lugar con los protocolos adecuados y todos los cuidados.

Todos sabemos que están mal pero va en la responsabilidad de cada persona. Es mucho tiempo el que llevamos sin ningún entretenimiento nocturno entonces es muy difícil culpar a alguien. De hacerse fiestas deberían ser en locales aprobados que estén habilitados.

¿Cómo volvieron a la actividad con los nuevos protocolos?

Nosotros por ese lado la tuvimos un poco más fácil porque hace un par de años en el bar implementamos poder ir a comer y de ahí quedarte a bailar. Realmente teníamos todo más armado pero agregamos variedades de comidas y bebidas para ampliar el menú. 

Hicimos los cursos de Covid qué que brindó el Gobierno, renovamos habilitaciones, invertimos en luces para dejar más iluminado todo el local y la vereda. Iremos haciendo más cosas con el tiempo, a media que se vaya pudiendo iremos mejorando.

Tratamos de darle una onda más bar para ir a comer y tomar algo con amigos. Suma mucho ahora llevar algún solista que cante, hacer un show en vivo y tratando de dar un excelente servicio en lo que es la parte de ir a comer y compartir al restaurante.

A las habilitaciones empezamos a renovarlas en junio, las hicimos tranquilos para ver cómo se daban las condiciones en la provincia. Cuando decidimos abrir volvimos a Fase 1 así que tuvimos que esperar hasta septiembre que habilitaron de nuevo los bares.

Contamos con mucho público de antes, que son amigos o gente que lleva muchos años con nosotros, siempre nos apoyan y nos bancan. También se ha renovado mucho el público, somos conscientes que también hay mucha gente que se está cuidando y no sale.

Tratamos de invitar a más gente porque los números no son los mismos pero por lo menos ya podemos trabajar. Seguiremos metiéndole pilas para cada vez estar mejor y rogando que en algún momento las condiciones estén dadas y se pueda volver a abrir.

¿Nada será como antes?

Creo que en algún momento todo va a volver a la normalidad, de a poco se va a ir acomodando. Veremos con el tema de la vacuna cómo funciona todo y a raíz de eso poco a poco iremos volviendo a la vida normal que teníamos antes.

Esta pandemia nos enseñó a ser más fuertes y valorar un montón de cosas que quizás antes no le prestamos atención. Hay que tomarla como una enseñanza, es algo que nadie pensaba que podía pasar y nos tocó vivirla, hay que resistir.