Tienen miedo y no saben cómo seguir. Todas las semanas buscan diferentes estrategias para continuar con su servicio y dicen que día a día se vuelve más difícil poder tener la comida para alimentar a los niños. Desde algunos comedores y merenderos de San Juan dijeron que debido a la crisis económica tuvieron que reducir porciones y hasta reducir la cantidad de días que atienden a los chicos, porque no consiguen tantas donaciones.

Si bien desde los merenderos o comedores admitieron que nunca estuvieron 100% tranquilos, dijeron que en el último año la situación económica del país hizo que su trabajo solidario sea cada vez más difícil. “Vamos a la feria y compramos lo que hay de oferta y tratamos de hacerlo durar. Ahora conseguimos unas acelgas y con eso haremos unos frititos con arroz, pero es cada vez más difícil poder conseguir cosas baratas. La remamos mucho. Hacemos pancito o sopaipillas para la merienda porque es para lo que nos alcanza” dijo Valeria Gómez, de un comedor de La Bebida, mientras que Sandra Pérez, de Posibilidad para Todos, del barrio La Estación, dijo que las personas que antes los ayudaban de manera semanal o mensual, ya no lo hacen con la misma frecuencia.  

Por su parte, desde los merenderos Corazones Contentos y Piecitos Descalzos agregaron que están muy complicados porque no tienen ayuda oficial y porque los chicos siguen buscando la comida con la misma frecuencia. Algunos dijeron que pasaron de servir el almuerzo o la merienda 4 días por semana, a hacerlo 3 o 2 días. Mientras que otros agregaron que, en vez de servir dos bollitos de pan, les dan a los niños sólo uno, o que dejaron de servir leche y comenzaron a darles te o mate cocido.

Contando otras estrategias, dijeron que hacen sorteos, piden ayuda a los vecinos y papás de los chicos que asisten a los merenderos para poder continuar con su tarea, pues muchos son conscientes, que caso contrario muchos niños a los que ayudan no tendrían la cantidad de alimento que cada uno necesita.