A su hijo se le había intensificado el cuadro. Un vómito que no se detenía, fiebre alta y la garganta roja, inflamada. Con todos estos elementos, Tomás, un papá sanjuanino, decidió tomar un remis y llevar a su de tres años al Sanatorio Cimyn (Centro Integral de la Mujer y el Niño), porque allí al tratarse de un sanatorio con atención en niños, la guardia pediátrica es recurrente en parte de los sanjuaninos. Pero allí se llevó la sorpresa. Un no rotundo del personal administrativo para que un profesional de la salud vea a su hijo por el hecho de que el nosocomio dejó de prestar el servicio de Guardia Pediátrica.

Tomás contó que “fue en la tarde del sábado. Cuando llegué, el personal de administración ni bien me vio ingresar me consultó si iba a la Guardia Pediátrica, al responderle que sí, me dijo que estaba suspendida hasta nuevo aviso”, y al preguntarle el motivo al administrativo, le contestó “porque no tenemos médicos”, dijo Tomás.

Acto seguido, contó Tomás, el administrativo le sugirió que lo llevara al Sanatorio Argentino, para que lo viese un médico y asista a su hijo. Se dirigió allí y obtuvo la respuesta y atención que necesitaba su hijo.

“Más allá que haya conflictos gremiales con los médico, están en todo su derecho de atender a su familia y alimentar a los suyos, a eso lo entiendo, pero lo ve como padre y como paciente, en un sanatorio pediátrico, creo que lo mínimo que podés hacer es prestar el servicio de guardia pediátrica. Como institución que brindas un servicio de salud, tenés la responsabilidad de hacer una programación y cubrir las necesidades básicas. Me pareció una barbaridad. Esto no es contra los médicos, sino institucional el problema, el servicio es mediocre y no es capaz de cubrir una guardia pediátrica en la emergencia. Gracias a Dios lo nuestro no fue anda grave”, descargó Tomás ante Canal 13.