Todos los meses la provincia de San Juan lamentablemente va sumando nuevos fallecimientos en siniestros viales. Tristemente esto se ha vuelto algo cada vez más habitual, por lo que son pocos los que perduran en la memoria de la gente y los hace reflexionar. Esto es lo que ocurrió con la triple tragedia ocurrida el 20 de noviembre de 1999. Este impactante hecho llegó a medios nacionales e incluso terminó por crear una ley que cambió para siempre los controles en las calles.

Rosana es la madre de Mauricio Aguirre, una de las víctimas que tuvo este episodio. Ella habló con Diario 13 para recordar este episodio que no sólo cambió su vida, sino que causó un impacto en los conductores de la provincia durante décadas.

La triple tragedia que cambió para siempre los controles en las calles sanjuaninas

'Rosy', como le dicen sus seres queridos, en ese momento era la madre soltera de cuatro hijos. Su marido la abandonó a ella y a los pequeños, por lo que debió cumplir el rol de padre y madre todo el tiempo. Si bien ella al principio se sintió muy sola, con el paso de los años fue Mauricio quien se convirtió en su compañero de vida, asumiendo el rol de 'hombre de la casa'. Él en 1999 estaba trabajando en el Banco San Juan, mientras cursaba el segundo año de Administración de Empresas.

'El viernes 19 de noviembre más o menos a las 18:00 llegamos los dos, yo a ver a mis hijos y él a sus tres hermanos. Él ya había pasado a ser el papá de sus hermanos porque yo no tenía esposo. Él se encargaba junto conmigo de la crianza de los hermanos menores. Esa tarde él me contó que lo habían ascendido en el Banco San Juan, que tenía un jefe muy bueno y que estaba muy contento de su trabajo, que él iba a hacer carrera en el banco y que quería llegar a ser gerente', manifestó

Todo parecía indicar que iba a ser un día como cualquier otro. Incluso después de esa charla, Mauricio llevó su auto a un taller mecánico y volvió a su casa como siempre sin inconvenientes. En ese momento él se despidió de su madre, sin que ambos supieran que esa iba a ser la última vez que se verían en este mundo. Él partió al domicilio de su amigo Leandro, ya que iban a salir a bailar.

La triple tragedia que cambió para siempre los controles en las calles sanjuaninas

'Ese sábado me levanté temprano porque tenía que juntarme con compañeras de la escuela para sacar promedios, para saber quién iba a estar en el cuerpo de bandera. Mi hijo tenía un teléfono de los grandes que le llamaban 'ladrillo' y yo tenía un fijo en casa. Sonó a las 07:00 y era mi mamá que me dijo llorando que Mauricio tuvo un accidente, que estaba muy grave y que me pasaban a buscar para ir al hospital. Cuando ella cortó me desvanecí y supe inmediatamente que mi hijo estaba muerto. No sé cómo, pero yo lo supe, mi instinto de madre me lo dijo, mi sexto sentido', relató.

Luego de esa estremecedora llamada, la madre de Rosana llegó en un auto blanco y se trasladaron hasta el hospital Rawson. Cuando arribaron al nosocomio los trabajadores le informaron que su hijo no estaba allí, pero no le daban más precisiones de lo sucedido. Allí ella tuvo la idea de llamar al Comando Radioeléctrico haciéndose pasar por una periodista. Fue ahí cuando se enteró lo que realmente pasó.

'El accidente de mi hijo fue el 20 de noviembre de 1999 a las 06:15 aproximadamente. Venían de bailar de un complejo en el Dique de Ullum. Subieron los chicos a la camioneta y el que conducía estaba ebrio, incluso la novia lo sabía y lo mismo subió. Anduvieron unos kilómetros hasta que en calle Galíndez y Ruta 60 se estrellaron contra el colectivo 70 que recién iniciaba su recorrido. A consecuencia del impacto fallecieron tres chicos, mi hijo Mauricio Aguirre, Roberto Quiroga y Micaela Herce', recordó.

La triple tragedia que cambió para siempre los controles en las calles sanjuaninas
Mauricio Aguirre, una de las víctimas

Un pedazo del corazón de 'Rosy' se rompió en ese momento, una parte fundamental de su vida se había ido. A pesar de todo el dolor que sentía, ni ella ni el resto de padres de las víctimas tuvieron tiempo para hacer el duelo en ese momento. Esto se debe a que, comandados por Roberto Herce, padre de Micaela, empezaron una desafiante lucha.

'Después que sepultamos a los chicos, el papá de Micaela Herce pidió prestado el salón de Radio Sarmiento y comenzamos a juntarnos con unos 200 padres. Él era la voz de todos, porque las otras mamás no teníamos esposos. Empezamos a trabajar con la policía, con Vialidad Nacional y Vialidad Provincial. Logramos que descubrieran por qué la camioneta se había corrido hacia la otra mano y logramos que Vialidad Nacional se hiciera cargo de eso. La policía nos ayudó muchísimo también. Fuimos a Buenos Aires a buscar alcoholímetros porque acá en San Juan no había. Era el pedido de todos los padres', declaró.

A medida que las manifestaciones, entrevistas y demás medidas se iban realizando, ellos iban redactando un proyecto de ley. Este caso provocó tanto ruido a nivel mediático, que provocó que medios de comunicación de otras provincias llegaran a San Juan para cubrir este movimiento que había surgido.

La triple tragedia que cambió para siempre los controles en las calles sanjuaninas
Roberto Herce en una de las reuniones

'Nosotros fuimos los que planteamos en ese momento que la polcía debía hacer controles de alcoholemia y estar más atentos a la vida nocturna que llevaban los chicos. De tantas reuniones que se hicieron, surgió la idea de presentar un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de acá de San Juan. Participaron muchos padres porque San Juan estaba consternado. Vinieron medios nacionales, todos los canales de televisión. Fue un antes y un después del accidente', afirmó.

Con una templanza y una fortaleza admirable por la gran pérdida que habían sufrido, estos padres lograron su gran objetivo. No sólo presentaron el proyecto una vez ya finalizado, sino que meses después esta normativa fue aprobada y comenzó a aplicarse de manera efectiva.

'El proyecto que estuvo a fines del 2000 y salió a la luz en 2001. Es la Ley 7196, que es la Ley Seca'. Para nosotros fue como decir: 'Hasta acá llegamos, hicimos todo lo que pudimos'. Por lo menos con esta ley se van a evitaron más accidentes. Logramos que la ley seca saliera a la luz. A pesar de todos los dueños de boliches y kioscos, porque en esa época se vendía alcohol en cualquier lado más allá de las 06:00. No había control de nada, era tierra de nadie San Juan en ese entonces. Así que bueno después de conseguir esto recién ahí las tres madres y el papá de Micaela empezamos a hacer nuestros duelos', aseguró.

Finalmente Rosana y los otros padres cumplieron con la meta que se habían puesto. Ellos transformaron todo ese dolor que sentían, en un enorme hambre de lucha y sed de justicia que se transformó en esta normativa. Esa conjunción de sentimientos terminó dando vida a una ley que evitó que miles y miles de familias pasaran por lo que ellos atravesaron.

Si bien desde ese momento ella pudo empezar a hacer el duelo por la repentina pérdida de Mauricio, 'Rosy' nunca dejó de lado la pelea. Desde hace un tiempo se sumó a la Asociación Familias del Dolor y la Esperanza, para desde lugar acompañar a los seres queridos de las víctimas de siniestros, a sobrellevar esa oscuridad que ella conoce tan bien.

'Conocí a la Asociación Familias del Dolor y la Esperanza por las redes. Me llamó la atención un cartel que vi y bueno, comencé a leer y a ver de qué se trataba. Ahí me contacté con el presidente de la asociación que es Guillermo Chirino, una excelente persona que lamentablemente también tuvo la desgracia de perder a su hijo, Lautaro. Le pedí entrar a la asociación porque pensé que podía ser de ayuda, aunque sea acompañando a familias que me necesiten. Gracias a Dios ya estoy mucho mejor y estoy en condiciones de poder ayudar a las demás personas', sentenció.