La vida de dos sanjuaninos antes y después del cannabis
Cristina Agüero y Federico Allende tienen una vida marcada por esta planta. Contaron sus experiencias y celebraron la implementación del registro para acceder al autocultivo.
Durante años fueron señalados, perseguidos, juzgados y criminalizados por consumir cannabis. Sin embargo, decidieron hacerle frente a todo eso en busca de una mejor calidad de vida. Una de ellas es la presidenta de la Agrupación Cannabicultora San Juan, Cristina Agüero. Se trata de una de las caras más reconocidas en la lucha por la liberación de la planta en la provincia. Federico Allende es otro de los sanjuaninos que encontró en el cannabis una nueva oportunidad y se animó a contarlo a Diario 13.
Federico tiene 45 años, estudia profesorado de psicología y se dedica a la educación no formal. Comenzó a ser usuario de cannabis cuando le diagnosticaron VIH hace casi 20 años. Su relación con la planta comenzó en una época muy difícil, cuando no había mucha información acerca de los beneficios medicinales que tenía. Además, los consumidores eran criminalizados al mismo nivel de los narcotraficantes. De este modo, el acceso al autocultivo de cannabis y sus derivados era un riesgo muy grande.
Sin embargo, sus dolores crónicos y el malestar que le provocaban los medicamentos para controlar el VIH, lo llevaron a correr el riesgo con el fin de conseguir una mejor calidad de vida.
“Con un grupo de amigos que tenían enfermedades de base empezamos a investigar el uso del cannabis. Nos habíamos enterado por otra gente que servía para las náuseas, regular el apetito y el tránsito intestinal. Así empezó la búsqueda de información, el intercambio de saberes, los encuentros con personas que estaban trabajando con esta planta”, recordó.
De este modo comenzaron a profundizar los conocimientos y decidieron fundar la Agrupación de Cannabicultores de San Juan. A través de esta organización, le dieron una identidad a la lucha por el cannabis legal, además de brindar a usuarios sanjuaninos consejería, talleres, entre otras cosas.
¿Qué es el cannabis en tu vida?
Empatía, porque cuando fumo marihuana me siento empático con la gente. Es como una apertura de conciencia. También es medicina y recreación.
¿Cómo fue el antes y después de consumir cannabis?
Los medicamentos antiretrovirales me quitan el apetito. Entonces fumar cannabis me abre el apetito, me dan ganas de comer y me regula el tránsito intestinal. También, en estudios de laboratorio he logrado ver como reactiva el sistema inmunológico y lo que pasa con la energía. Me regula mucho el sueño. Las pastillas me provocan insomnio como efecto secundario entonces el cannabis regula el sueño reparador y eso me activa la energía.
¿De qué forma consumís cannabis?
Estoy consumiendo en cremas, en tinturas diluidas en aceite, en alimentos, aceite de semillas, harinas cannábicas. Muchos los elaboro yo, otros consigo por trueque, otros por internet. Pero con la nueva reglamentación y registro quiero autoabastecerme todo yo solo.
El REPROCANN me parece que es un avance importantísimo. Si bien la planta ya tenía un uso ancestral, es un avance importante sobre la soberanía sobre los cuerpos y de qué manera realizar el tratamiento frente a una patología.
¿Qué malas experiencias pasaste por el cannabis?
Estuve detenido en la Terminal de Ómnibus de San Juan durante 6 horas por tener un frasquito de THC con aceite de oliva. Esa es solo una anécdota de las miles que hay de personas y cultivadores.
¿Qué le dirías a los que criminalizan la planta y a los consumidores?
Son procesos culturales y deconstrucciones muy importantes. Yo en algún momento pensé también que la marihuana era algo terrible, una droga, que era la puerta a la perdición, a lo delictivo. Tenemos asociado eso y es un proceso social e individual y esto será gradual.
Esto es un salto cuántico muy importante que el Estado haya legalizado la planta como también poner empresas para suministrar a los pacientes de cannabis.
Para Federico, la nueva regulación de la Ley 27.350 y el registro del REPROCANN que permite el autocultivo y el libre acceso al cannabis y productos derivados en farmacias y centros de salud será una bisagra. “Ya está en la agenda social el debate y es productivo que se pueda hablar con miradas menos estigmatizantes de la planta y de los usuarios. Me parece un avance para la despenalización de otras plantas curativas también”, dijo.
Por último, Federico contó que a través de la marihuana pudo conocer las propiedades curativas de toras plantas ancestrales como el rape que es a base de tabaco o la ayahuasca que se prepara con una liana y dos plantas de la selva amazónica. También comentó que conoció los efectos del Kambó, una toxina de una rana amazónica que reactiva el sistema inmunológico.
El cannabis la levantó de su silla de ruedas
Cristina Agüero no tiene dudas de que el cannabis medicinal fue un antes y un después en su vida. “Antes estaba en silla de ruedas. Ahora camino”, dijo contundente la presidenta de la Agrupación Cannabicultora de San Juan.
“Probé por primera vez los cannabinoides en 2009. Como estaba antes y como estoy ahora no hay comparación. Era mi derecho. Estoy caminando ahora, antes estaba en silla de rueda, andaba con bastones. Ahora puedo andar sin bastones, es el derecho a la salud y la calidad de vida de la persona”, comentó a Diario 13.
Cristina tiene 48 años, ha perdido partes de su cuerpo y a raíz de ello sufrió inmovilidad. Estuvo dos años en silla de ruedas, pero hoy puede estar parada gracias al cannabis. Además, también tiene un problema neuronal que trata con esta medicina.
La vida de Cristina tuvo sin dudas un antes y un después con el cannabis. Además de ser usuaria, comenzó con la Agrupación Cannabicultora de San Juan a luchar por la liberación de la planta y los derechos de las personas a acceder a ella.
Ahora, es la cara visible de la organización y la persona a la que acuden cientos de familias sanjuaninas en busca de ayuda. También es miembro de Mujeres Empoderadas, una agrupación que lucha y acompaña a cientos de personas en villas para brindarles asistencia. Por otro lado, acompaña a familiares de personas privadas de su libertad. Con esta actividad ha logrado conseguir que muchas familias de presos puedan acceder a viviendas dignas y reinsertar a ex convictos que cumplieron sus condenas.
“He acompañado a muchas personas con dolencias crónicas y agudas como pacientes con epilepsia, trastorno del espectro autista (TDA), parálisis cerebral, dolores y enfermedades crónicas en el hospital Rawson. He ayudado a personas en radio y quimioterapia del centro de salud CIMAC. El cannabis les cambia la vida un 100%”, aseguró.
“Esto no te quita el dolor solamente, sino que te da calidad de vida. Si tenes una escala del 1 al 10 en dolor agudo, crónico y postrante que es lo que sufrimos la mayoría de los pacientes, los cannabinoides de dan un 7 de alivio y calidad de vida”, comentó.
“Una persona que tiene un ser amado y que lo ve con convulsiones, epilepsia, puede mejorar su calidad de vida a través de una dosificación bien dada y la medicina que corresponde. Ves que el niño empieza a reaccionar y de 60 convulsiones baja a 30 y después a nada, solo con una o dos gotas de aceite que le des”, afirmó Agüero.
“De ese modo se logra que sus neuronas no se sigan debilitando y que no se pierdan porque cada shock eléctrico que tiene el cerebro con una convulsión o un estado epiléptico es un pedacito de cerebro que se le va a ese niño. Eso tiene que tener en cuenta la sociedad”.
La nueva era del REPROCANN
Hace poco más de dos semanas que el Ministerio de Salud de la Nación implementó el Registro del Programa de Cannabis medicinal (RPROCANN). A través de este mecanismo, los pacientes podrán acceder al autocultivo de la planta o adquirir los productos en farmacias o centros de salud.
“Esto le da un marco un legal real al autocultivo. Es otra batalla ganada a lo que venimos pidiendo. Estábamos marginados a la clandestinidad y al perjuicio. La planta todavía está dentro de la Ley de Drogas. Pero no es una droga. Científicamente está comprobado que no es una droga”, señaló.
“El tema está más naturalizado. La gente no quiere seguir estando con miedo. Mucha gente está cansada de tomar pastillas y que no haya cambios. La mentalidad también juega a favor por el cambio generacional. Hasta las generaciones más antiguas están dando lugar a esto. A cambiar el pastillero por dos o tres gotas al día de cannabis medicinal”, dijo Agüero.
“Yo tengo la receta hecha por mis médicos, tengo enfermedades crónicas, agudas y hace más de 15 años estoy en tratamiento. Son médicos que creen en esta medicina y me prescribieron cannabis medicinal. Al tener mi receta ya puedo inscribirme en el REPROCANN para la categoría de cultivo”, contó Cristina.
Sin embargo, dijo que en San Juan todavía hay una mirada prejuiciosa hacia el cannabis. Son muy pocos los médicos que lo prescriben y cuesta conseguir profesionales capacitados en cannabinoides que puedan recetar esta medicina.
“Hay médicos que no están de acuerdo con esta medicación. Siguen con ese conflicto moral de la vida. En la Agrupación Cannabicultora de San Juan tenemos médicos que nos asesoran y pueden recetar cannabis medicinal. Por ejemplo, Carlos Magdalena que es un médico de La Plata, licenciado y con un posgrado en cannabinoides. Él hace las consultas con las personas de acá”, comentó la militante.
En este sentido, también consideró que será clave la nueva empresa de cannabis medicinal de San Juan (CanMe). “La empresa tiene que hacer un gabinete y distribuir en farmacias y hospitales. No tiene que llevarse todo al extranjero. Eso es lo que pedimos las organizaciones sociales. La idea es que el Ministerio de Salud cumpla con lo que corresponde. Que cada usuario con su obra social vaya a una farmacia y pueda acceder a la medicación de manera gratuita. Y además que aporten a capacitaciones en San Juan y en el país, y así dar nuevos trabajos que sirven para levantar la económica”, analizó.
“Lo bueno que vemos de CanMe, es que promueve el uso y desmitificar la mirada del cannabis. Hay una mirada muy prejuiciosa, sigue siendo un tabú, socialmente no se habla. La gente no quiere dar la cara por miedo. Por la persecución que hemos vivido estos años”, agregó.
También, valoró la capacitación de médicos sanjuaninos que hará la empresa con profesionales de Israel para que puedan recetar cannabis medicinal. “Eso es buenísimo. Sino volvemos a estar en la clandestinidad porque los médicos cobrarían muy caro por una receta. Hay mucha gente que no tiene alcance económico para pagar $10.000 una receta”, indicó. Y agregó que “hay un 70% de la población que no puede acceder al cannabis medicinal porque no tiene recursos económicos. Las organizaciones como la nuestra solventaban a esa clase media baja que también tienen hijos con epilepsia, con cáncer y con patologías”.
De este modo, la dirigente subrayó que es fundamental que las personas que consumen estén acompañadas por profesionales de salud. “Ahora nosotros como organización podamos salir a socorrer a todas las familias por las que hemos luchado todos estos años. Hay más de 600 familias que necesitan acceso en San Juan. Todos pueden acercarse a la Agrupación Cannabicultora. Nosotros los vamos a guiar y a dar los pasos a seguir para registrarse en el REPROCANN”, comentó.
El miedo de los usuarios
“La gente todavía no puede dar la cara en la provincia porque tiene miedo, porque nunca se habló, porque siempre se hostigo, se calló. Nosotros íbamos a traer el Subcongreso de Cannabis a San Juan, pero se cerraron todas las puertas. Hay un prejuicio y también una cuestión de política social y del Gobierno”, dijo Cristina.
En este sentido, sostuvo que seguirán luchando. “Mirá todo lo que hemos avanzado y ayudado en la clandestinidad. Estamos visible en la sociedad y la política de la provincia. Los invito a todos a que se acerquen, no tengan miedo porque la planta da calidad de vida”, aseguró.
Consumo recreativo
Tanto Federico como Cristina coincidieron en que la legalización del cannabis con fines medicinales puede ayudar a despenalizar el cultivo recreativo.
“Me parece que se puede legalizar, tendría que ser. Es re importante. Yo deje el consumo de alcohol social gracias al uso del cannabis. Tenía un alcoholismo social. Cada vez que salía tenía que terminar ebrio de alcohol y lo que provoca el alcohol en los cuerpos en los estados de ánimo es un impacto muy distinto al de la marihuana. Caculo que habría gente más pacifica si hubiera marihuana para divertirse en vez de alcohol, que esta socialmente aceptado y que inhabilita a los sujetos”, analizó Federico.
Por su parte, Cristina dijo que “creemos que falta poco para liberar completamente a la planta de la Ley Nacional 23.737 de Drogas Ilegales. Creemos que va a ser un triunfo”.
Industria
Los consumidores vieron también con buenos ojos los anuncios del presidente Alberto Fernández sobre un proyecto para fomentar la industria del cannabis medicinal y el cáñamo. “Necesitamos reactivar la economía en la Argentina que viene mal por la pandemia, el terremoto, las lluvias. Esto va a reactivar mucho al país. No solo en San Juan se va a cultivar, también hay otras provincias”, aseguró Agüero.
Sin embargo, pidió abrir el juego a nuevos productores de cannabis. “En San Juan hay muchos cultivadores capacitados. Muchos se han ido a Uruguay porque acá no te dan identidad. Que no se cierre tanto el juego solamente para el Estado. También es importante abrir el juego para otros como por ejemplo con una cooperativa”, analizó.
“Copiamos los modelos económicos y políticos de otros países. En Estados Unidos por ejemplo donde hay estados que tuvieron mega minería y han quedado pueblos desiertos, a través del cultivo de cannabis y cáñamo han levantado una economía. Esto generas trabajo para profesionales de la salud, investigadores, mano de obra y demás. Estamos hablando de monopolios increíbles”, concluyó.
Por su parte, Allende dijo que “mientras más espacios de comercio haya, me parece excelente. Me parece un avance importante el cultivo del Estado, pero también tiene que avanzar el cultivo privado y libertad para fumarla”.
“Así como hay tierras para la megamineria que haya tierras para el cultivo del cáñamo y cannabis. Es un cultivo sustentable que genera fuentes laborales y que pueden trabajar varias generaciones en el mismo espacio sin generar impacto ambiental”, finalizó.
Primera Cooperativa de Cannabis
Tras la aprobación del nuevo registro y las nuevas regulaciones del cannabis, la Agrupación Cannabicultora de San Juan busca crear la primera cooperativa de cannabis del país. Se trata de un proyecto que busca generar puestos de trabajo con el cultivo de la planta. “Estamos tratando de ver cómo la presentamos y cómo articular y aprender. Creemos que es otra fuente de trabajo y en eso estamos pensando las organizaciones. Queremos trabajar en conjunto con el Gobierno”, adelantó Cristina Agüero.
“Lo que queremos presentar como cooperativa entra recién a nivel municipal y luego los otros departamentos pueden unirse o no. Pero la ordenanza que estamos presentando por mesa de entrada de Capital. Luego veremos si el resto se une en esta ordenanza”, comentó.