Trabajan sin parar y hacen infracciones permanentemente para cuidar la flora y a la fauna autóctona. Sin embargo, observan que los ataques no paran. Andrés Ortega, director de Áreas Protegidas dijo que el 80% de los ataques a la fauna son contra las aves y que eso les preocupa. Es que, es muy grande la cantidad de captura y venta ilegal de pájaros.

La caza de animales está prohibida por la Ley 606-L, considerando a la misma como un delito. En este contexto, Ortega comentó que este año hicieron una gran cantidad de operativos de secuestro y de liberación de aves. “Hicimos el rescate de unas 700 aves. También rescatamos otros animales autóctonos como guanacos, serpientes o liebres, pero la mayoría de los operativos son por aves”, dijo el funcionario y comentó que esta tendencia se repite año a año y que lo peor de todo es que la cifras no disminuyen.

Sobre las especies de pájaros que más afectadas se ven por la caza ilegal son los benteveos y las diucas, dijo el funcionario y comentó que una vez que rescatan estas especies las cuidan, las analizan para ver su estado sanitario y muchas de ellas vuelven a la naturaleza. Es por esto que contó que en lo que va del año casi la mitad de las aves que fueron rescatadas ya fueron liberadas. Dijo que 320 pájaros volvieron a vivir en libertad. 

“Hacemos operativos de liberación permanentemente”, explicó y resaltó que antes de eso ellos hacen evaluaciones para ver si las aves tienen hábito de vuelo y saben alimentarse por sus propios medios, ya que algunas llevan mucho tiempo en cautiverio.

Desde la Secretaría de Ambiente explicaron que el Código de Faltas de San Juan dice: "El que por cualquier modo capture, mantenga en cautiverio, cace, pesque, comercialice o transporte animales de la fauna silvestre especialmente protegidos será sancionado, conjunta o alternativamente, con pena de multa de hasta 5.000 Jus (5.000 pesos aproximadamente) y/o arresto de hasta 30 días. Siempre corresponderá el decomiso". Además, esta misma normativa también prevé las mismas multas para quienes dañen la flora autóctona. “Los ataques contra la flora son menos comunes, pero también encontramos gente que va a talar pequeños bosques para conseguir leña y eso también se sanciona”, agregó Ortega.