En San Juan el máximo permitido de alcohol en sangre es de 0,5 miligramos. Sin embargo, todos los fines de semana, hay muchos sanjuaninos y sanjuaninas que no lo aceptan y que, cuando una prueba de alcoholemia les da positivo, ponen insólitas excusas con el objetivo de ‘zafar’ de la correspondiente multa. Sobre estas situaciones habló el comisario mayor Antonio Salinas, Segundo Jefe de Tránsito en su visita a Más allá de las Noticias.

El alto mando de la Policía de San Juan contó que una de las primeras reacciones de alguien que busca evitar someterse al control de alcoholemia es poner en duda todo el operativo, consultar y dudar sobre la legalidad del control y por lo tanto, del aparato.  Es decir, consultan insistentemente si el alcoholímetro está homologado.

Sobre esto, Salinas explicó: 'Ciertamente tenemos la homologación semestral y llevamos dicha información para exhibirla a quien la pida, porque es lo que la ley marca. La cuestión acá es que no confían en el aparato', detalló, para luego acotar que en cada operativo se pueden cambiar de aparato, puesto que toman la precaución de llevar dos y hasta tres de ellos para reemplazarlos en caso de que se descompongan.

Otra de las excusas de los conductores sanjuaninos es la de que acaban de comer torta con licor, enjuague bucal y demás. En caso de que haya comido, el grado de alcohol se le va, afirmó Salinas. 'Cuando nos encontramos con estos casos les pedimos que permanezcan en el lugar para poder hacer la prueba nuevamente unos minutos después y si dice la verdad deberá de dar negativo', informó.

La Policía de San Juan ha puesto cartas en el asunto con la creación de 5 unidades rurales en la provincia. Estas dependencias se mueven con camionetas y caballos. Si bien el Estado provincial y los municipios han cercado los campos, en algunas oportunidades esos cercos son dañados, lo que provoca siniestros como el fatal ocurrido este lunes en Ruta Nacional 40.

Ante este siniestro fatal, lo que sigue es la investigación. La Policía Rural junto a la Justicia deberán averiguar a quién pertenece el animal.

En cuanto a las sanciones que los dueños de estos animales pueden sufrir, el alto mando de la Policía explicó que en caso de que no haya un siniestro y se encuentra un animal suelto, lo secuestran y llevan a un corralón municipal. En ese lugar, un juez de falta le aplicará al dueño una sanción punitiva.

En caso de que se produzca un siniestro, la metodología es otra. La UFI de Accidentología es la que se encarga de la investigación con el objetivo de detectar al propietario del animal para que se le aplique las sanciones correspondientes.

El comisario Salinas contó que en los casi siete meses que lleva de transcurrido este 2024, se han registrado un poco más de 1400 siniestros viales leves en San Juan. Esta cifra obtenida gracias al D-7, señaló que en se ha dado una baja, si se tiene en cuenta el mismo periodo, pero del 2023. El Segundo Jefe de Tránsito indicó que el año pasado esta clase de choques fueron casi 1900.