Legado Sanmartiniano: su paternidad y feminismo según una especialista
El General José de San Martín, mantuvo una relación estrecha con sus grandes amores, Remedios de Escalada y Merceditas su hija. A través de sus Máximas legó las premisas que son de influencia para todos los argentinos, a 173 años de su muerte.
La Licenciada en Comunicación Social y especialista en comunicación asertiva, Ailin Chacón, ha resaltado recientemente el legado del General José de San Martín en la educación de sus hijos, especialmente en su hija Merceditas de San Martín. A través de sus Máximas, San Martín inculcó el amor, los valores y las prioridades de la vida, y este legado sigue siendo relevante para educar a nuestros hijos en el amor a la Patria, el respeto y la solidaridad.
Chacón señala que San Martín no sólo enseñó con palabras, sino también con el ejemplo. A pesar de enviudar cuando su hija tenía apenas 7 años, San Martín se mantuvo al lado de ella y vivió toda su vida junto a su hija. Este acto reflejó el compromiso y la dedicación de San Martín como padre. “Esas sugerencias plasmadas en las Máximas, son tan vigentes ahora como lo fueron en el pasado. Fueron formas asertivas de decirle a una hija, sé modelo, sé ejemplo, anda al frente. Si bien, no le dijo anda a la batalla, agarra el sable, pero de alguna manera le dijo liderá y marcha hacia adelante con el amor, con los valores de la empatía y la humildad. Caminá con los valores morales” expresó la Licenciada en Comunicación.
Por ejemplo, la especialista mencionó que en las Máximas que legó a su hija, él utiliza una comunicación de enseñanza amorosa porque la palabra amor prevalece en la mayoría de los doce puntos. En la última de las frases, él le enseña el amor a la patria y por la libertad a Merceditas, fue realmente un hombre maravilloso, un patriarca. Y también le recalcó el amor por la verdad y odio a la mentira.
"En esas 12 máximas, prima la palabra amor, por ahí dicen, que el general romantizaba la Patria, pero no es asi, porque, el concepto de nación y la política, no significan romantizar sino que son la vida misma. Si nos remitimos a la palabra amor, el prefijo 'a' significa 'sin' y las letras 'mor' significan mortajas (tomando en cuenta que mortajas, eran las túnicas que se les ponía a las personas muertas en la antigüedad), es decir que San Martín le habló a su hija desde un concepto de amor, que es sin muerte, sin mortajas, sino que es la vida misma", expresó la especialista.
La especialista también destaca el valor prioritario que San Martín otorgaba a las mujeres. Siempre consideró a la mujer como su par y compañera. Además indicó que muchas mujeres acompañaron a San Martin, ya sea en su rol diplomático como lo fue Mariquita Sánchez de Thompson o en batalla como Juana Azurduy. Y conforme a lo que historiadores relatan, en la vida de San Martín su esposa tomó un rol sumamente importante.
"Su esposa Remedios, fue la que fundó la liga de Mujeres Patriotas, dando sus joyas que eran tan preciadas para financiar monetariamente nuestra independencia. Y se sabe que junto a San Martín, ambos se apoyaron mutuamente. Mientras hacía el análisis del discurso de las máximas inspiradas por el General, también noté que en una de ellas le aconsejó a su hija inspirar confianza y amistad, acompañada al respeto. Y cuando vos a alguien le decís inspirar, vos le estás diciendo tenés que ser ejemplo, tenés que ser modelo, porque tenés que inspirar al otro hacer una influencia positiva. Algo que vemos que ocurrió en el matrimonio del Padre de la Patria, al punto en que en el Mausoleo de su difunta esposa, él mandó a escribir 'Aquí yace la amiga y esposa del General San Martín' ", indicó Chacón.
En este sentido, para la licenciada, el legado de San Martín en la educación de su hija destaca la importancia de seguir educando a nuestros hijos en el amor a la Patria, el respeto y la solidaridad. De acuerdo a los dichos de la licenciada, para transmitir valores morales y éticos a los niños, es importante tener una comunicación abierta y escuchar sus necesidades. Es fundamental enseñarles amor y recordar que el concepto de nación se basa en la vida y no en la muerte como lo dijo San Martín.