Después de los fuertes vientos que se registraron ayer, lunes 21 de agosto, Obras Sanitarias recomienda a los usuarios realizar la limpieza del tanque de agua domiciliario para asegurar la calidad del agua potable que se consume en el hogar. Esta tarea es fundamental para evitar la contaminación por suciedad, partículas o microorganismos que puedan afectar la salud de las personas.

El tanque de agua es el recipiente donde se almacena el agua que se utiliza para diferentes fines, como beber, cocinar, lavar alimentos o higienizarse. Por eso, es necesario hacer un mantenimiento periódico, limpiando y desinfectando el tanque al menos una vez al año, o mejor aún, dos veces al año. De esta manera, se conserva la calidad del agua potable que provee la red pública y se previenen enfermedades.

La limpieza del tanque de agua no solo es importante para los hogares, sino también para las entidades públicas como escuelas, hospitales, municipios o cualquier edificio que tenga un tanque de reserva de agua potable. Si se considera necesario, se puede contratar a un plomero para realizar esta tarea de forma profesional y segura.

La limpieza

Precauciones antes de comenzar las tareas:

  • Utilizar elementos de protección personal como delantal de plástico, botas de goma y guantes de uso doméstico; evitar salpicaduras de cloro en los ojos.
  • Tener preparados cepillos, escobas, baldes o cualquier otro elemento que fuera a necesitar.
  • Se recomienda leer atentamente las instrucciones que vienen en los envases de lavandina respecto a los pasos a seguir en caso de accidentes generados en la manipulación del producto. No deje el o los envases de lavandina al alcance de los niños.
  • El tanque debe contar con su correspondiente tapa debidamente ubicada, sin roturas ni rajaduras.
  • Es importante asegurarse de que nadie consuma el agua del sistema interno del domicilio mientras se realizan dichas tareas.

Pasos a seguir para la limpieza y desinfección:

  1. Cerrar la llave de ingreso de agua al tanque: luego, cerrar la válvula de la cañería de distribución interna y abrir la válvula de limpieza o desagote, hasta quedar un fondo con 15 centímetros de agua, aproximadamente. No agitar ese resto.
  2. Limpiar el fondo, las paredes y la tapa del tanque: con la ayuda de un cepillo o escoba de plástico. Solo usar agua, nunca utilizar un cepillo de metal ni detergente, jabón o polvo limpiador.
  3. Vaciar el tanque completamente y enjuagar varias veces: eliminar los residuos por la válvula de desagüe, nunca por la cañería de distribución.
  4. Llenar el tanque hasta la mitad con agua: agregar, por cada 1.000 litros de agua, 1 litro de lavandina concentrada. (Sí el tanque es de 500 litros, corresponde ½ litro)
  5. Una vez lleno dejar actuar por lo menos por una hora: eliminar el agua por la cañería de distribución, abriendo todas las canillas de la casa. Nuevamente, llenar y vaciar el tanque hasta eliminar el exceso de cloro.
  6. Llenar el tanque y poner en servicio