Conmoción, dolor y una familia destruida es lo que dejó la muerte de una pequeña de 8 años en Villa Horcón, en el Mogote, Chimbas. La chiquita sufría de fibrosis quística en el páncreas de nacimiento. Se trata de una delicada enfermedad que hasta el momento no tiene cura pero un tratamiento adecuado ayuda a los pacientes a tener una vida más llevadera. 
Sin embargo, las condiciones en las que vivía esta nena de Chimbas le cobraron caro y pagó con su vida. Es que la humilde familia vivía en una precaria vivienda con carpas y palos. 
“Estamos muy sentidos toda la familia. Mucho dolor, estamos destruidos”, aseguró César Balmaceda, tío de la nena en el velorio.  
“Ellos vivieron toda la vida en una carpa con un portoncito, una noche con el frio que hizo por la madrugada, no pudieron aguantar. Estaban prácticamente en la intemperie”, sostuvo el familiar.  
En la familia hay consternación pero además quedan algunos hermanitos de la nena fallecida que según contaron desde el entorno familiar, corren el mismo riesgo que la nena fallecida. “El virus no se despierta todavía en los hermanitos pero se puede dar en ellos también. Por eso pedimos a alguien que pueda dar una mano. Con una vivienda o con trabajo para el jefe de la familia”, insistió el tío. 
“En esta enfermedad lo fundamental es que el paciente no se resfrié porque es muy fuerte y se le complica la enfermedad. De apoco le va comiendo los pulmones, y otros órganos. Pero no tenían donde vivir mejor”, contó Balmaceda. 
“Todo pasa por lo económico, si se puede conseguir una vivienda o un buen trabajo para el papá de la nena bienvenido sea. Ellos necesitan  paliar esta difícil situación que están pasando”, señalaron los familiares.  
 “Los padres tienen un dolor enorme. Ningún ser humano soporta la pérdida de un hijo y menos a esta edad”, reconoció el hombre.