Los amores de Sarmiento, un ‘picaflor’ enamoradizo que hoy sería un escándalo
Una hija y un hijo. Una mujer que lo acompañó siempre pero sin poder concretar en nupcias. La vida del prócer sanjuanino y sus amores.
Tres mujeres se conocieron que fueron parte de la vida de Domingo Faustino Sarmiento, aunque puede que haya habido más, sin documentar ni registros para la historia. Pero sin dudas su vida privada fue turbulenta, con una hija que se trajo de Chile, un hijo fallecido joven y un amor que nunca pudo ser oficial.
La primera relación amorosa que se le conoce a Sarmiento hoy sería un escándalo y los medios con los titulares tendrían jugo que sacar o dulce para fabricar. Pero el contexto lo marca la época que era completamente otra cosa. En Chile, el sanjuanina mantuvo una relación con una alumna y de allí se trajo una hija.
Exiliado por las luchas civiles de aquellos años, con apenas 21 años tuvo que partir hacia Chile para poder continuar su vida. Allí ‘ejerciendo el rol de maestro conoce a una alumna de 17 años, él tenía 21 años. Era María de Jesús Del Canto, con quien iba a tener a su hija Ana Faustina’, contó el historiador Hernán Fernández, investigador del Conicet e integrante de la cátedra Historia Argentina II del profesorado y la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía de la UNSJ.
María de Jesús falleció al poco tiempo, por lo que Domingo Faustino se quedó sólo con Ana Faustina, por lo que decidió traerla a San Juan para que la crie doña Paula.
La familia de la madre de Ana Faustina con Sarmiento ‘no tenían vínculo. Había cierta tirantez porque era una familia con cierta riqueza en Chile y por eso Sarmiento no era bien aceptado, no tenía riqueza y era maestro, entonces no era bien vista esa relación’, contó Hernán.
En su vida de exilio en Chile conoció a otra mujer, quien sería su esposa, luego de que enviudara tras el fallecimiento de su amigo. En 1848, Sarmiento se casó con Benita Martínez Pastoriza (foto), viuda de su amigo Domingo Castro y Calvo. Benita, entró a la vida del sanjuanino con un niño llamado Dominguito.
Según las versiones de la historia, Sarmiento adoptó a Dominguito, quien aparentemente era hijo de Domingo Castro y Calvo. Pero decimos que era aparentemente, porque otra versión apunta a la posibilidad de que Sarmiento mantenía un romance con Benita, cuando aún estaba casada con Castro y Calvo, habiendo quedado embarazada del sanjuanino, algo que por ahora sólo se trata de una versión infundada e indocumentada.
Sin embargo, el matrimonio no duraría tanto porque el amor de Sarmiento estaba en otro lado: en Buenos Aires y se llamaba Aurelia Vélez Sarsfield.
La historia con Aurelia comienza cuando Sarmiento empieza a intervenir en la política argentina. ‘Sarmiento se vincula con el círculo dirigente y allí estaba Vélez Sarsfield, conoce a la familia de él ya su hija Aurelia. Sarmiento le llevaba algo de 28 años, el tenía 44 años y ella 16 años cuando la conoce. A partir de entonces comenzaron a tener una relación de amistad que se fue transformando en algo más’, contó Fernández.
‘Aurelia estuvo con él (por Sarmiento), pero por diferentes motivos no lograron concretar una relación formal’, añadió el historiador, acerca de la mujer que lo acompañó y lo visitó en Paraguay en los últimos días de vida, antes de aquel fatídico 11 de septiembre de 1888.
Conocé más datos acerca de la vida íntima de Sarmiento que cuenta el historiador Hernán Fernández en el video que acompaña esta nota.