La situación del sector viñatero en San Juan experimentó importantes cambios en los primeros diez meses del gobierno de Javier Milei, lo cual generó incertidumbre sobre el futuro de la actividad y la rentabilidad de la próxima cosecha.  En este marco, dieron a conocer un análisis de las principales medidas adoptadas por el gobierno nacional que impactan a este sector clave de la economía local.

El principal punto en que el Instituto Nacional de Vitivinicultura ha decidido desregular aún más la actividad vitivinícola, permitiendo que los vinos nuevos de uva fina sean liberados al consumo 45 días después de ingresar a la bodega. Esto significa que los primeros vinos finos podrán ser fraccionados a partir de marzo de 2025, en lugar de junio, como estaba estipulado anteriormente. También mencionaron que se han ampliado las variedades de uva consideradas finas, incluyendo ahora la uva criolla. Esto permitirá la liberación al consumo de vino producido antes del 1 de junio, lo que podría afectar la calidad del producto en el mercado.

Del mismo modo se ha puesto en vigencia una resolución que permite reducir el alcohol del vino hasta límites cercanos a cero. Esta medida responde a una supuesta demanda del mercado por vinos de menor graduación, aunque podría generar una oferta incontrolable de vinos con diferentes grados alcohólicos. El nuevo gobierno ha eliminado el mecanismo de licencias no automáticas para la importación de vino. Esto podría llevar a una mayor competencia en el mercado local, especialmente si se presenta una falta de vino a granel y un aumento en los precios.

En la última cosecha, que finalizó en abril de 2024, algunos productores optaron por no elaborar vino y vender su producción a bodegas más grandes debido a los altos costos de energía e insumos. Aquellos que eligieron vender uva en lugar de elaborar su propio vino experimentaron menores pérdidas. Las medidas implementadas han creado un clima de incertidumbre para los productores viñateros, quienes se preparan para la nueva cosecha que comienza a fines de diciembre. 

El anterior gobierno había conseguido un financiamiento de 50 millones de dólares para mejorar el sector vitivinícola a través del programa "PROVIAR 2". Sin embargo, este incentivo ha sido anulado, afectando a cientos de productores que ya habían presentado sus carpetas. La falta de recursos para combatir la plaga Lobesia Botrana, que afecta a los viñedos, podría agravar la situación del sector. Aunque el anterior gobierno había financiado en parte la lucha contra esta plaga, el actual gobierno ha anunciado que no habrá recursos para continuar con este combate.

También explicaron que a pesar del incremento del 7% en las exportaciones de vino y más del 100% en las de jugo de uva concentrado, estos aumentos no han revertido la situación de los productores que han elaborado a maquila. La única esperanza de los productores para obtener precios rentables radica en una cosecha reducida y un aumento significativo en el consumo del mercado interno y las exportaciones. Esto obligaría a las grandes corporaciones a competir por la materia prima.

Ante este panorama, la Asociación de Viñateros Independientes de San Juan solicitará al gobierno provincial la creación de un sistema de concertación de precios rentables para todos los actores de la cadena vitivinícola, comenzando por el precio de la uva. La situación del sector sigue siendo preocupante, y los productores esperan medidas que les permitan recuperar la estabilidad económica.