El presidente de la Mesa Vitícola de San Juan, Pablo Martín, criticó duramente la reciente importación de vinos chilenos por parte de la empresa Peñaflor, señalando que fue una maniobra especulativa que impactó negativamente en los precios internos de la uva y los vinos a granel. 

En una entrevista en Cien por Hora, Martín explicó que esta importación se realizó entre abril y mayo, alcanzando un volumen de alrededor de 4 millones de litros. Si bien no es una cantidad significativa en comparación con el volumen que maneja Argentina, lo preocupante es que se dio en un momento crítico: "Esto ocurrió justo cuando se estaba fijando el precio de la uva de la cosecha, lo que hizo bajar las expectativas de precio", comentó. 

El argumento de Peñaflor fue que no encontraban en el país la calidad de vino que necesitaban, algo que Martín desmintió rotundamente. "En realidad, fue una jugada para influir en los precios locales. No hubo una diferencia real de precio entre el vino chileno y el argentino. En las góndolas, ambos tienen el mismo valor", afirmó el dirigente.

Según Martín, la importación fue una movida de una empresa multinacional que tiene un fuerte control sobre el mercado interno, especialmente en el sector de los vinos a granel. "Peñaflor es una empresa formadora de precios. Al importar, lograron bajar los precios internos, perjudicando tanto a los productores como a los industriales que elaboran vinos a granel", subrayó.

Ante la consulta de si era más conveniente para las bodegas importar vino que pagar un mejor precio a los productores locales, Martín fue claro: "Siempre es mejor comprar la uva a los productores de Argentina. La importación no trae ningún beneficio para el consumidor, ya que en góndola los vinos importados tienen el mismo precio que los nacionales, e incluso pueden ser un poco más caros".

Aunque el volumen importado fue pequeño en comparación con la producción total de Argentina, que solo en agosto exportó casi 20 millones de litros, la maniobra tuvo un fuerte impacto en el mercado interno. "No fue un volumen significativo, pero sí afectó el precio de los vinos a granel, que son fundamentales para los pequeños y medianos productores", explicó Martín.

Finalmente, el presidente de la Mesa Vitícola dijo que esta maniobra especulativa no fue beneficiosa para la industria vitivinícola local. "Lo mejor para el desarrollo de nuestra industria es apoyar a los productores locales y no recurrir a importaciones que solo buscan bajar los precios internos", concluyó.