La realidad de Jazmín Milenka Escudero, una chica trans de 30 años, es la que viven miles de personas día a día. No sentirse representado por el cuerpo con el que nacieron. No tener la capacidad de cambiarlo. Sufrir discriminación y el rechazo no sólo de los extraños, sino en ocasiones de sus propios familiares. Tener que reprimir sus verdaderos sentimientos por años para poder "encajar en la sociedad".

Desde que era pequeña se dio cuenta que algo no andaba bien con su cuerpo. Comenzó a percatarse de que tenía una forma distinta de sentir a la de sus seis hermanos varones. La diferencia era muy notoria y sus padres comenzaron a notarlo. A medida que los años pasaban Milenka estaba más segura de lo que le estaba sucediendo. Llegó a este mundo en el cuerpo de un hombre, pero se sentía mujer.

Desde que comprendió que era lo que la aquejaba, trató de empezar con esta tortuosa transición. Comenzó a sentirse libre y a gesticular de una forma mucho más femenina. Esto desataba la furia de su padre que, según el recuerdo de la propia Milenka, en ese momento era una persona totalmente homofóbica y cuadrada de mente. Debido a ello, fueron incontables las ocasiones en la que su progenitor le llamó la atención por ser quien realmente era.

"Mi mamá siempre supo, solamente que bueno, en esta sociedad conservadora en la que vivimos ella se quedó callada y tal vez prefirió estar del lado de mi padre", recordó Jazmín. Para evitarse problemas, ella decidió vestirse como varón durante la mayor parte de su niñez y adolescencia. Tuvo esta apariencia hasta sus 17 años de edad, dejando crecer mucho su pelo y de a poco comenzando a depilar sus cejas, adquiriendo una apariencia más femenina.

"Llegué a pensar que yo estaba enferma, que lo que sentía era incorrecto y estaba mal. Conformé a mi familia hasta los 17 años. Desde ahí me di cuenta que en realidad yo vine a ser feliz y si a ellos les pesaba y no lo podían entender, ya no era un problema mío", manifestó Escudero recordando cómo tuvo que madurar apresuradamente para poder afrontar esta encrucijada.

A partir de comprender que no debía limitarse para contentar a nadie, Milenka comenzó a enfrentar otros obstáculos que le puso la vida en su camino. "Yo trabajaba con niños entonces tenía la presión y el pensamiento de que los padres no lo iban a aceptar y no iban a mandar más a sus chicos". Un nuevo problema se sumaba a esta lista interminable.

Sin embargo algo sucedió en ese momento que le alivianó el camino a esta rawsina de 30 años. Si bien les costó horrores, sus padres empezaron a respetar esta decisión y a apoyar a su hija en todos sus proyectos. "Les costó apoyarme en mis decisiones, pero siempre me han acompañado. Hoy por hoy puedo decir que mi familia lo acepta, lo respeta y me acompaña".

Al adquirir esta confianza tan deseada y necesaria, la sanjuanina se animó a encarar un tratamiento de hormonas que realiza hasta el día de hoy. Además en el año 2018 le realizaron a la única operación estética que posee hasta el momento: se colocó implantes mamarios.

Si bien reconoció que esta en sus planes someterse a una reasignación de sexo, Milenka tiene muy en claro que eso no cambiará la persona que ha logrado ser. "Está en mis planes en un futuro. De todos modos sigo pensando que mis genitales no me definen, así que si me puedo operar sería mucho más feliz pero no por eso me siento limitada a sentirme mujer, algo que yo sé que soy", reflexionó.

De esta manera, a más de 13 años de haberse forzado a actuar como un varón y a vestirse como tal, Jazmín Milenka Escudero tiene muy en claro que vino a este mundo para ser una mujer feliz. Cosa que logra todas las semanas dedicando su vida a bailar y a armar distintas coreografías. Sin dudas una historia de superación digna de aplaudir.