Carlos Salinas era un sanjuanino de 67 años que en septiembre de 2020 contrajo Covid 19 en Neuquén, provincia a la que había viajado por trabajo. Lamentablemente, sus pulmones no resistieron la agresividad del virus y el 12 de octubre terminó falleciendo. Sin embargo, su historia no terminó allí. Para que pueda descansar en paz, después del dolor por su muerte, su familia tuvo que pasar por momentos de angustia.

Cuando se contagió coronavirus, tanto su esposa como sus hijos se encontraban en San Juan, lugar de residencia de los Salinas. Ante el brote de casos, no solo en la provincia sino en todo el país, les fue imposible poder viajar para estar con Carlos. Tras su fallecimiento, la única manera de que pudieran despedirse de él era cremando su cuerpo. De todos modos, la disposición final del cadáver no fue sencilla.

Para poder realizarla, debían trasladarlo a Río Negro, ya que en Neuquén no hay crematorio. Debido a que los costos para hacerlo eran demasiado elevados para los Salinas, hicieron una rifa para juntar dinero y enviárselo a Raúl, hermano de Carlos, con quien estaba en el Sur del país. Sumado a esto, tuvieron que esperar que pasara la ola de casos en Neuquén, debido a que Raúl es persona de riesgo.

Finalmente, a cinco meses de la muerte de Carlos, su hermano Raúl pudo llevar a cabo los trámites para la cremación, mediante un escribano que certificaba que los hijos del difunto lo autorizaban. Fue así que, este fin de semana, los hijos de Carlos viajaron al Sur para traer los restos de su padre que este lunes 22 de marzo llegaron a San Juan para que su familia lo despida en su provincia, como anhelaba.

Los hijos de Carlos Salinas tras buscar sus restos en Neuquén.

'Fueron cinco meses y medio de tanta angustia, de no poder llevarle una flor al cementerio a mi viejito. Hoy 22 de marzo podemos decir que mi papá ya está en San Juan que es lo que él tanto quería, y es lo que tanto anhelamos con mi familia. Solo nos queda agradecer a todos los que nos ayudaron pidiendo cadenas de oración por él y a toda la gente que nos ayudó con la rifa', contó a Diario 13 su hija Cecilia.

Asimismo, agradeció al ministro de Desarrollo Humano, Fabián Aballay, y al Subsecretario de Asistencia Social, Sergio Sepúlveda, que colaboraron para facilitar los trámites a los Salinas. 'Gracias a todos en nombre de mi familia, en especial a mi tío Raúl Salinas y a mi tía Celma que ellos fueron quienes nos ayudaron allá', se explayó la hija de Carlos Salinas, el hombre que finalmente descansa en paz.