Hace unos días vecinos de Rawson quedaron totalmente entristecidos por un siniestro que terminó en tragedia. Pero el golpe más grande fue el que sintió la familia de Rubén Arenas, que ultimaba detalles para festejarle el cumpleaños 80 al jubilado, hasta que un hombre que se movilizaba en moto en total estado de ebriedad y a alta velocidad lo chocó en una moto, produciéndole la muerte, puesto que la víctima del siniestro pegó su cabeza contra el asfalto.

El choque se produjo a metros de la casa del adulto mayor, sobre calle Urquiza al 225 Sur Según contó su hijo, Juan Carlos Arena al móvil de Canal 13, Don Arenas había salido a comprar unas galletas para tomarse su té y cruzando la calle una moto lo impactó a toda velocidad. El vehículo de 150 cc rojo lo chocó y el jubilado pegó con su cabeza en el asfalto con violencia. Ese golpe le produjo la muerte.

Los vecinos de toda la vida se fueron juntando en el lugar totalmente preocupados y llamaron a una ambulancia, pero nada se pudo hacer. A los minutos llegó el hijo del adulto mayor chocado en un remis sin poder creer lo que estaba viendo. Le habían avisado por teléfono e inmediatamente fue hasta el sitio.

‘Cuando llegué me encontré con todo el siniestro. El golpe de su cabeza con el asfalto fue tan fuerte que le provocó la muerte. El hombre que lo atropelló tiene unos 40 años y venía totalmente alcoholizado’, contó el hombre que después añadió que solo estaba dando la nota porque quiere pedir justicia por su padre, y para que a nadie pase por lo mismo que está pasando el. ‘Crees que no te va pasar a vos y cuando te pasa no lo podes creer’, manifestó sin poder levantar la mirada.

Don Rubén Arenas tenía 79 años. Al día siguiente del fatal choque cumplía 80 y sus familiares, con su hijo Juan Carlos a la cabeza le estaban organizando una fiesta sorpresa. Finalmente, y de forma trágica, la sorpresa se las dio una mala jugada de la vida de la mano de un motociclista que conducía en estado de ebriedad a alta velocidad. ‘Si salís a la calle en una moto a esa velocidad, y totalmente ebrio es obvio que salís a matar, a chocar’, expresó con bronca y dolor el muchacho.

Juan Carlos contó que en el momento, más allá de la bronca por el choque, el dolor por la muerte de su padre no lo dejó analizar las circunstancias en las que se había dado el siniestro. Lo que si le quedó dando vueltas en su cabeza fue la mirada perdida del hombre que atropelló a su papá.

En el hospital, vecinos testigo del choque le aseguraron que el hombre venía borracho y a alta velocidad. Datos que pudo confirmar con la Policía y por lo que se decidió a judicializar el hecho denunciando al sujeto para que pague por sus actos. ‘Yo le dije a mi familia que no hubiese hecho nada si todo hubiese sido un desafortunado choque, pero estaba ocurro y él no tenía luces en la moto, venía borracho y rápido. Queremos que se haga justicia’, dijo.

Don Arenas era muy querido pos sus vecinos. Tenía 79 años, caminaba sin la ayuda de un bastón, hacía un año que por su edad había dejado de andar en bicicleta. Estaba sano, rara vez iba al médico, pero en un instante un choque le arrebató la vida. Cuando cruzaba la calle camino a un negocio para comprar las galletas de la tarde para tomarse su clásico té.

El motociclista que atropelló a Don Arenas solo se lastimó la pierna. La moto quedó con su frente destrozada, pero el que se llevó la peor parte fue el adulto mayor.

 El hijo del fallecido contó que perdió a su madre cuando tenía 13 años y, a pesar de tener una hermana mayor decidió quedarse con su padre. Eran muy unidos. Tenían muchos proyectos y sueños juntos hasta que un siniestro fatal le arrebató la vida. ‘Este hombre que salió a matar me sacó la vida, yo no le voy hacer juicio, pero nunca le voy a poder sacar lo que él me sacó. Me llevó la vida, la alegría, las ganas de vivir’, manifestó Juan Carlos totalmente entristecido.