Pablo Tejada, es un cocinero sanjuanino, oriundo de Jáchal, que llegó con su asado al Obelisco y se posicionó entre los mejores del país. En Banda Ancha, contó sus inicios inspirados en la cocina de su abuela y cómo fue el camino a Buenos Aires. "Mi madre nos crió en la casa de mi abuela Chavela y mi abuelo Manolo, familia de españoles que vinieron a Jáchal hace muchos años, donde ellos tenían el comedor de Doña Chavela, muy conocido en la entrada de Jáchal en Ruta 40 cerca de la rotonda", recordó.

"Ellos siempre esperaban mucha gente, camioneros, gente que iba a transportar cebolla y demás. Yo era el Chulco, uno de los nietos más chicos, y siempre andaba corriendo por la cocina. Yo me acuerdo que mi abuela siempre hacía todo lo que era casero, la salsa, ellos amasaban el pan casero, hacían estofados, hacían comidas con mucho aroma. Era algo que se me penetraba en la nariz, yo te estoy contando y se me vienen los recuerdos de los aromas", detalló Pablo. 

Y agregó: "Yo me acuerdo que mi abuela cortaba los panes caseros a lo largo y te hacía unos sándwiches que eran gigantes, mucha gente se acuerda actualmente de mis abuelos ahí en Jáchal donde todo empezó. Yo creo que ahí se activó mi sentido por la comida, fui creciendo y mi primer trabajo en la gastronomía fue bachero lavando copas en Jáchal. Después nos vinimos para acá, pero empecé a trabajar en un restaurant ahí después trabajé para empresas mineras gastronómicas y fui adquiriendo conocimiento".

Pablo luego empezó a estudiar gastronomía en el Instituto Gastronómico Argentino y cada vez se fue enamorando más y comenzó a cocinarle a su mujer, a sus hermanos, a sus amigos. "Se trata de ir superándose a través del deseo de la gastronomía, del deseo de poder cocinar y darle a una persona. No se trata solamente de hacer un asado, un plato. Se trata de uno transmitir lo que lleva adentro, cuando uno hace de comer y cocina rico es porque hay algo que carga que es positivo dentro de uno", expresó.

En cuanto a su llegada a Buenos Aires, contó que fue gracias a certámenes que ganó en San Juan, los cuales lo habilitaron a poder hacer una presentación. "Había que inscribirse en una página y desde allá se comunicaban con Turismo de acá para que decidieran quiénes eran los que podían ser los mejores exponentes. Te pedían un currículum y ahí salía que había ganado los concursos, los certificados de seguridad de las comidas, todo lo que era referido a la gastronomía y fui seleccionado", explicó.