Penal de Chimbas, de "universidad del delito" a "capacitar afuera a femicidas"
Se desató la polémica por la posibilidad de que reos del Servicio Penitenciario Provincial salgan a trabajar.
En las últimas horas se desató la polémica por la posibilidad de que salgan a trabajar personas que cumplen condena en el Servicio Penitenciario Provincial. El director Adriel Fernández dijo que "el interno privado de su libertad debe prepararse para volver a la sociedad. Unas 80 personas cumplen perpetua y una institución de la Iglesia Católica propuso la experiencia de capacitación. Estoy abierto a conversar con las familias de víctimas de delitos". La mesa periodística de Radio 13 expresó su desacuerdo con esto.
"Enhorabuena que el Penal, además de ser una universidad del delito como en algún momento lo definió un ministro de Seguridad o Justicia de Nación, fuese finalmente un lugar donde alguien aprenda un oficio. Que el día de mañana si esa persona tiene la decisión de laburar pueda hacerlo en algún lugar, eso está bueno. Pero estamos hablando de gente que tiene perpetua, cuando un Tribunal te da esa condena es porque estás en el peor delito posible estimado por el Código Penal Argentino", reflexionó Daniel Tejada.
Además, el periodista agregó: "No es que te robaste una rueda de auxilio o que rompiste la ventanilla de un colectivo, estamos hablando de femicidios, de homicidios con alevosía. En un juicio para que te den perpetua es porque ha sido un asesinato brutal, son muy pocos. Entonces digo, me parece que los que están condenados a perpetua son otra categoría, no es el muchacho que salió a robar porque no sabe hacer o en su casa no aprendió otra cosa porque está en una cultura o tradición de sálvese quien pueda".
Por su parte, el periodista Alejandro Sánchez dijo: "A mí la verdad me parece una estupidez plantear este tipo de cosas, no me extraña de un congreso que es un crisol de estupideces que no se sienta a debatir problemas profundos. De pronto para desviar la atención se inventan este tipo de medidas que tal vez puedan funcionar muy bien en un país nórdico, pero no en Argentina. Acá las cárceles son insalubres, mucha gente prefiere estar en la calle durmiendo a la intemperie que en el chiquero que es un pabellón".